Bosque...

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martes, 31 de marzo de 2020

Wendy (relato de marzo para el Origireto2020)


Aquí os dejo el relato de marzo  para el #OrigiReto2020, el reto de escritura que llevan Katty (@MUSAJUE) y Stiby (@Stiby2).

Disclaimer: Este relato contiene altas dosis de violencia-gore y puede producir trastornos a los amantes de la buena literatura. Al final del mismo tenéis la canción en la que está inspirado.

Wendy

¿Habéis tenido alguna vez esa sensación cuando conocéis a alguien de que parezca que siempre ha estado en vuestra vida? Así me sentí yo cuando hablé la primera vez con Wendy. Por aquel entonces andaba yo muy bajo de ánimos, sentía que no era capaz de hacer nada bien, que mi vida iba totalmente a la deriva. Los cuarenta se acercaban vertiginosamente, seguía viviendo con mis padres y mi vida social se reducía a descargar adrenalina con el Call of Duty y el Fortnite. Mi autoestima estaba por los suelos y mi única habilidad reconocida era lo bien que se me daba atarme los cordones. Bueno y escuchar las historietas de mi madre. Mis colegas me habían convencido de que me apuntara a una de esas páginas de “folleteo” y había aceptado a regañadientes, aún a sabiendas de que era un caso perdido. Mi amigo Enrique—¡mete tripa, capullo!— me ayudó, con sus consejos y paciencia —a ver, asshole, ¡pon cara de interesante que así no te comes un rosco—, a hacerme unas fotos casi decentes y empecé a ver perfiles en busca de mi pieza de fruta. Tras varias semanas de fracaso absoluto, apareció Wendy. Pelirroja, delgada, sexy, con piercings y tatuajes, muy lejos de mi liga, pero por lo que fuera le caí en gracia y, antes de darme cuenta (vale, no, que casi tuvo que mandarme señales de humo), me pareció notar que la tía estaba flirteando conmigo. En seguida empezamos a hablar por videoconferencia a través de Skype:

­–Hola Wendy, ¿qué estás haciendo?
­–Croquetas, mira, están de muerte. Si quieres un día te hago algunas.
–Solo si me dejas besarte mientras las haces…
­–…

Sí, sí, vale, la cagué un poco y Enrique –fuck, ¿estás de coña?, ¿besarla? Are you kidding me?– me dio una buena colleja cuando le conté esto. Él era de la opinión de ir paso a paso y no meter la pata al menos antes de conocerla en persona. Decidí hacerle caso, al fin y al cabo él tenía mucha más experiencia que yo en estas cosas. Mejor meterme la lengua en el culo y no liarla para luego poder meterla en otros sitios. Joder, no me llaméis asqueroso, que son muchos años a pan y agua.

El caso es que debía de gustarle un poco a Wendy, porque obvió mi inoportuno comentario y seguimos hablando un par de días hasta que me llené de valor –cervezas– y le propuse quedar conmigo a tomar algo. Quedamos en un centro comercial a las afueras de Barcelona y cuando la vi en persona me impresionó. Era casi tan alta como yo, debía medir algo más de metro setenta y cinco y tenía el cuerpo muy bien definido. Rápidamente comenzamos a charlar, bueno, ella charlaba y yo la miraba e intentaba no perder el hilo de su conversación ni de la babilla que se me caía al verla, hasta que se calló, me miró, se rió un instante y comenzó a besarme con una intensidad que casi me tira al suelo. Por un instante tuve un poco de miedo, percibía su ansia y hambre de mí y me costó un poco separarme para tomar algo de aire.

—Perdona, me dejé llevar ­—me dijo.—A veces no sé qué me pasa que pierdo un poco el control.
—Eso estuvo… ufff… muy bien —pude articular.

Dejamos ahí la primera toma de contacto y nos fuimos a casa tras un leve magreo junto al coche. Reconozco que llegué levitando. Y otras cosas que no procede contar aquí, no sea que lo escuche mi madre.
Me desperté a la mañana siguiente con un mensaje de Wendy, un enlace a una canción llamada “Will you still love me tomorrow”, cantada por Amy Winehouse. Como no tengo ni papa de inglés, más allá de los chascarrillos que me cuenta mi amigo Enrique de cuando en cuando, metí la canción en el Google Translate y vi que había un mensaje implícito en la canción. Wendy quería saber si quería ser su rollo o algo más. Yo estaba dispuesto al matrimonio ya, pero Enrique ­—easy, man!—me frenó y me indicó que la invitara a salir por la noche, tomar algo, bailar y dejar que la noche fluyera y pasara lo que tuviese que pasar. Aquello me pareció razonable, así que le mandé un mensaje y quedamos en salir a algún garito.

Cuando la vi aparecer casi me caigo de espaldas. Llevaba un vestido blanco con una preciosa capa roja con unos bordados en forma de estrella. Si lo comparamos con mi sudadera de Evanescence y mis vaqueros azules, no puedo negar que formábamos una extraña pareja. El cisne blanco y el patito feo.

Nos tomamos algo rápido en el Bosc de les Fades, pero Wendy quería algo más de ritmo y me propuso ir a mover el esqueleto al Lobo, una discoteca metalera de la que me había hablado algún compañero de curro pero que no conocía, porque yo a esas horas soy más de Playstation o Xvideos, a quién vamos a engañar.

Llegamos a la discoteca y Wendy se desprendió de su capa y me arrastró a la pista de baile. Movía su melena al son del metal. Me hablaba del Death, del Power, del Trash y no sé de cuántas cosas más porque yo lo más que conocía era a Europe y a Bon Jovi. bueno y la sudadera de Evanescence que llevaba puesta y que me había comprado en el mercadillo porque me molaba la canción de los vampiros.

Según avanzaba la noche, alrededor de Wendy se iba haciendo corrillo de babosos que intentaban rozarse con ella. Ella los rechazaba como podía, pero el alcohol estaba haciendo de las suyas y cada vez se ponían más pesados e insistentes.

Se nos acercó un grupo de cinco chavales que la rodearon agitando las copas y arrimando sus cuerpos a ellas. Yo estaba bastante violentado y le susurré que era hora de marcharnos, pero me apartaron de ella a empujones y me echaron sus bebidas por encima, poniéndome perdida la ropa.

—Mira lo que ha bebido tu amiguita, guapa. ¿Quieres beberte tú lo bueno? —le dijeron, rodeándola entre los cinco—, ¿o acaso tienes hambre? —prosiguieron, empezando a manosearla.

Por unos momentos dejé de verle la cara, solo veía manos sobándola. Me levanté para intentar interponerme y sacarla de allí, pero de repente escuché una voz grave que provenía del círculo donde la tenían atrapada decir “Sí, tengo hambre” y al instante comenzaron los gritos, el caos y el terror. Vi  a Wendy con los ojos enrojecidos, embadurnada de la sangre de los cinco chicos, que intentaban huir desesperadamente, mientras ella jugaba con ellos moviéndose a una velocidad inusitada y arrancándoles a mordiscos los miembros con una facilidad aterradora. No sabía como reaccionar, pero era consciente de que tenía que hacer algo, así que agarré la primera silla que encontré y la estampé contra el tipo que amenazaba a Wendy con un vaso roto. No dejaría que nadie hiciese daño a mi cita. La silla se hizo añicos y me quedé con una estaca que utilicé para abrirme paso junto a Wendy, hasta que conseguimos salir del local aprovechándonos de los gritos y el caos y sumergirnos en la noche. Wendy se enfundó en su capa para disimular la sangre que le cubría todo el cuerpo y ocultar su bolsa de trofeos y fuimos a buen paso hasta el coche.

—Una noche intensa, ¿eh? —fue lo único que se me ocurrió decir.

Wendy me miró maravillada, con un brillo especial en los ojos.

—¿De verdad no te importa que sea una wendigo?
—En absoluto, pero… ¿me seguirás queriendo mañana?
—Y siempre, mi amor.
—Entonces no me importa. Pero creo que pasaré de tus croquetas —dije, señalando su bolsa.

Quizás, al fin y al cabo, sí que había algo que hiciera bien aparte de atar los cordones: amar incondicionalmente.



Título: Wendy
Extensión: 1318 palabras
Objetivo principal: Crea tu propio relato basándote en una canción
Objetivo secundario A: Caperucita Roja
Objetivo secundario B: Wendigos
Objeto 1: 1- Una estaca
Objeto 2: 19- Una canción


Este relato forma parte del reto de escritura creativa #OrigiReto2020.


Las normas de este reto se pueden consultar en las bitácoras de las organizadoras, @stiby2 y @musajue:

http://plumakatty.blogspot.com/2019/12/origireto-creativo-2020-reto-juego-de.html

o en

lunes, 30 de marzo de 2020

Segundo Ranking de Caza Capítulos (capturado hasta el 29-03-2020)

Segundo Ranking #CazaCapítulos (Actualizado a 29 de marzo)



¡Vuelve el ranking! ¡Ha pasado poco más de un mes desde el primer ranking, pero parece que ha sido toda una vida. Vivimos en tiempos interesantes, que diría Terry Pratchett. Difíciles para la mayoría, con más tiempo para leer para algunos y con la imposibilidad de leer para otros, porque la situación mental nos supera. En cualquier caso, ya sea como lectores u observadores, os invito a que os acerquéis al calor de la chimenea con vuestro chocolate o con vuestra infusión preferida y disfrutéis de nuestros progresos conjuntos. 



Ya son quince las personas que han actualizado ranking hasta el momento, ¡muchas gracias y felicidades!.
* La medalla dorada de chocolate de la segunda actualización es para... ¡¡Marga!!, por sus tremendos 67 puntos. Ya apuntaba alto a finales de febrero y ha seguido su ascensión. ¡Enhorabuena!
*  La medalla plateada de chocolate es para... ¡¡¡Marien!!! Mantiene su regularidad y sigue en muy buena forma, ¡¡¡felicidades!!!
* Y la medalla de bronce de chocolate de esta actualización es para... ¡¡Stiby!! Que pega un buen salto en la lista y se cuela en el podium, a pesar de que vaya leyendo relatos a cuenta gotas. 

* A continuación, siguen de forma brillante:
- Ericka en cuarta posición.
- Esther en quinto puesto.
- Kalen en la sexta plaza.
- Thaly se mantiene en la séptima.
- La superjefa molona KATTY es octava.
- Yarcko en novena posición.
- Cristin en la décima plaza.
- Kam en el puesto undécimo.
- La duodécima posición es para Carolina.
- En el puesto decimotercero tenemos a Gema.
- Érica aparece en la decimocuarta posición.
- Y cierra la lista Perlas en decimoquinta posición.
- El resto de participantes aún no se ha decidido a mandar la foto, pero esperamos que sus lecturas progresen felizmente y disfruten del reto igualmente.

En esta ocasión, salvo sorpresa de la jefa, tampoco habrá audio con el ranking, pero lo tomamos en consideración para futuras ocasiones si se sigue pidiendo y nos recuperamos un poco.


Ahora acercaos a por el chocolate calentito. A un metro y medio de distancia, eso sí... ^_^` y las porras tendrán que seguir esperando, porque "TENEMOS QUE QUEDARNOS EN CASA". Abrazos para todes.

Chocolate Caliente, Cacao, Malvavisco, Muñeco De Nieve

El reto #CazaCapitulos es un reto de lectura organizado por Katty (@MUSAJUE), con la colaboración de un servidor, (@kalen76). Si quieres saber más sobre el reto, puedes informarte en: 
o aquí mismo en: