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sábado, 24 de diciembre de 2011

Feliz Navidad



Con el año próximo a terminar, se avecina el momento en el que haga su espectacular aparición el gordo simpaticón de la barba blanca y el saco mágico. El estómago empieza a hacer cosquillas y me siento rejuvenecer, como si tuviera 8 años en lugar de los 20 que siento que tengo habitualmente... ^_^'. Habrá mejores momentos para hacer balance del año, agarrar las cosas que nos hicieron sonreir y refunfuñar por lo injusta que es la vida en ocasiones... ya llegarán los momentos en los que plantearse nuevos retos y progresar en los actuales... hoy solo me apetece cerrar los ojos muy fuerte y darle vueltas a las manillas del reloj para que llegue la próxima noche y Papá Noel entre de puntillas en el salón para dejar sus regalos junto al árbol...
Desde La Sombra Escondida, feliz navidad a todos.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Los Juegos del Hambre

Picado por la curiosidad y siguiendo la recomendación de mi hermana, estos días me he lanzado a leer la primera novela de la trilogía "Los Juegos del Hambre" (The Hunger Games), de Suzanne Collins. Es una novela de ciencia ficción apocalíptica que yo denominaría un cruce entre Battle Royale a lo pobre, sin la esencia filosófica de la misma y la película Perseguido (The Running Man) del amigo Schwarzenneger. Está escrita al estilo "Crepúsculo", es decir, en primera persona femenina, aunque Katniss no tiene mucho que ver con Bella, a decir verdad. Utiliza un estilo ligero y juvenil que facilita una lectura rápida y sencilla, aunque en mi opinión hay momentos en los que pierde un poco el ritmo y resulta bastante predecible, pero esto forma parte de su encanto adolescente. En mi opinión, es a la ciencia ficción lo que Crepúsculo a los vampiros o las Crónicas de la Dragonlance a la fantasía. Y debo confesar que aunque no es precisamente brillante lo he devorado. Ha conseguido exportar los derechos a treinta y tres países y estrenará versión en cines a mediados del año que viene, con lo que es presumible que comience a inundar las estanterías de las grandes librerías y centros comerciales y multiplique por diez su notoriedad actual. Mientras tanto y antes de ponerme "En llamas" (segundo libro de la trilogía), me estoy dedicando a Pratchett y Martin y preparando mi 181...

Para los curiosos, os dejo aquí el trailer de la película...

viernes, 7 de octubre de 2011

Jajaja News, reedición especial...



 Mi buen amigo Lord Soth publicaba ayer en su fantástico blog Historias Nada Más (tenéis el enlace a la derecha) tres números de la revista humorística decadente de Camelot que nos entretuvo durante un tiempo allá por el cambio de siglo... Ahora que el grupo de la Leyenda de Camelot vuelve a tener algo de ritmo e inspirado por el post espectral y por mi eterna nostálgia, ya que yo participe en la mayoría de sus números como "dragón para todo", he rebuscado entre mis copias de seguridad hasta dar con toda la historia del Jajajanews. Lamentablemente, la página web desapareció con la despedida de geocities del mundo internauta, pero tengo todos los archivos y el propósito de crear una página-museo activa (prometo actualizarla al menos una vez cada 76 años) que espero pueda estar operativa en unos diez días. Hasta entonces y para que veáis y os contagiéis del espíritu de aquella época y de lo mal que escribían los redactores (ejem ejem...) os dejo los enlaces a los archivos en formato PDF y en archivo rar por si preferís descargarlos.

- Número 1   - Número 2   - Número 3   - Número 4   - Número 5

- Número 6   - Número 7   - Número 8   - Número 9   - Número 10

- Prefiero descargarlos todos en un archivo .rar pulsando aquí

Se busca Goblin
PD: Si veis a mi primo Mork, matadle de mi parte. Pero con cariño. ICEDRAGON.
ICEDRAGON

sábado, 17 de septiembre de 2011

La Edad de la Ira

En estos días convulsos para el sistema educativo español y especialmente para el personal docente de la escuela pública, me gustaría recomendar la lectura de La Edad de la Ira (Ed. Espasa, 2011) de Fernando J. López. Este profesor de secundaria, escritor y dramaturgo ha sabido retratar hábilmente el mundo estudiantil y docente, recordando por momentos a Truman Capote en A Sangre Fría o a Salinger en El Guardián Entre el Centeno, pero en el contexto de la sociedad española y el mundo propio del instituto. Un thriller que no te dejara indiferente.

Os dejo la reseña del libro, tomada de http://www.planetadelibros.com


Sinopsis

El titular
Marcos, un adolescente de clase media, asesina a su padre y deja malherido a uno de sus cuatro hermanos.

Las primeras reacciones
Amigos, familiares, profesores de Marcos: nadie se explica lo sucedido.
Nadie pudo preverlo. Las imágenes del crimen acaparan los medios.
La violencia adolescente se adueña, de nuevo, de la actualidad.

La investigación
El crimen de Marcos no es un suceso aislado. Demasiados casos en los últimos años de menores envueltos en situaciones de extrema violencia. Bullying. Acoso cibernético. Ataques racistas. Trapicheos con drogas. Vídeos en YouTube con humillaciones a profesores. Docentes deprimidos. Fracaso escolar... ¿La culpa es de los adolescentes? ¿De sus profesores? ¿De sus padres? ¿Hay en verdad culpables o somos todos víctimas?

Un periodista, impulsado por estos interrogantes, decide adentrarse en el entorno del asesino. ¿Qué sucedió el día del crimen? ¿Cómo fue la semana anterior a los hechos?

En el instituto en el que Marcos cursa el Bachillerato, entre apuntes, pizarras y claustros, El reportero buscará la verdad, recopilando los testimonios de quienes formaron parte del mundo de Marcos durante aquellos días. Un mundo en el que sólo parece regir una única ley y una única edad: la edad de la ira.

jueves, 4 de agosto de 2011

La Carta

Para completar el ciclo de historias narradas en la radio, os dejo "La Carta". Para los que andan esperando algún destello de mis proyectos, únicamente decir que van por buen camino...

Para escuchar, pulsad en el play... :-P (y si no carga pulsad F5 o probad con el Firefox).




Y para los que prefieren leer:

LA CARTA

   Sario Yenú era un hombre fascinante, un hombre genial, de ese tipo de gente que tiene carisma entre las personas, pero un carisma especial, merecido. Era un aventurero que a la vez ayudaba a la gente. A lo largo de sus numerosos viajes, no todos ellos impregnados del aroma del éxito, lo cual le hacía gozar más aún del respeto de la gente, se había tenido que enfrentar ante retos imposibles y enigmas inescrutables. Pero él hacía relativo lo absoluto y casi siempre acababa triunfando. Y lo más fascinante de todo era que no intentaba sacar provecho de ello, sus fines eran completamente altruistas. Esto, por supuesto, le acarreó numerosos enemigos, pero también inigualables amigos que vivieron junto a él múltiples leyendas.

   Sario Yenú, hijo de las estrellas, tenía el pelo y los ojos de un intenso negro azabache, era alto y esbelto, bien parecido, con una expresión afable y una mirada inteligente, un rostro que se hacía difícil de imaginar enfurecido.

   Sario Yenú era un soñador, un idealista en cuyo mundo los sueños se cumplían. Sario Yenú era un hombre feliz.

   Es una lástima que Sario Yenú no participe en esta historia...

   Porque esta historia es sobre otro hombre, en otro mundo, en otro momento. Sobre un hombre nada fascinante. Sobre un hombre gris. Sobre un ... pobre hombre.

*******

   Cirilo Páez, soltero, 32 años, funcionario del estado de día y vigilante jurado de noche, podría haber sido candidato al premio al hombre más gris del Universo. Traspasaba ampliamente las fronteras de lo opuesto a fascinante para llegar a ser, prácticamente, nadie. Era tan solo una pieza más en la rueda del mundo, pero una prescindible, como el apéndice del cuerpo humano. Cirilo Páez no tenía tiempo libre, no se lo podía permitir. Cirilo Páez tampoco podía permitirse el lujo de tener sueños o ideales. Cirilo Páez trabajaba duro pensando en un futuro. Quizá porque en el fondo sabía que en el presente estaba muerto...

   Cirilo Páez, delgado, 1’72, cejijunto, con boca pequeña y nariz ganchuda, ojos marrones, apagados, y pelo castaño tirando a gris ceniza, jamás tuvo una inteligencia brillante, ni un físico arrollador, ni siquiera una personalidad atrayente. Era uno del montón, un engranaje de la sociedad, sin aspiraciones, sin metas, excepto la de seguir existiendo. Cirilo Páez no tenía amigos, eran un lujo que no podía permitirse, algo que podía descentrarle de su labor. Porque para Cirilo Páez, su trabajo era su vida, y su vida su trabajo.

   Cirilo era rutina, cada día hacía lo mismo.

   Cirilo no era ni triste ni feliz, porque no tenía tiempo de saber qué era eso.

*******

   Un día, Cirilo recibió una carta. Era muy breve, de hecho tan solo decía: “te voy a ayudar”, y la rúbrica era un corazón. Cirilo, sin mucho interés, tiró la carta a la papelera, no tenía tiempo para imaginar por qué alguien le había mandado aquello. Seguramente sería un error.

   Tras una rutinaria semana, Cirilo se encontró con dos nuevas sorpresas, una carta y una hermosa flor azul cuyo nombre desconocía, pues jamás había visto algo parecido. Con la simple curiosidad rutinaria, Cirilo abrió el sobre y extrajo una pequeña nota del interior, que decía: “en todos los corazones habita la fuerza del enamorado, que se alimenta de sueños, como la flor corazón”. En aquel momento Cirilo se dio cuenta de la silueta de la flor azul.

   Aquella misteriosa frase consiguió captar el interés de Cirilo, pero él desconocía qué eran los sueños y el amor, y todo eso del corazón le parecía poco serio. Si alguien intentaba tomarle el pelo, ese no era el camino correcto. Pero esa carta ya no acabó en la papelera...

   Dos semanas más tarde, al llegar Cirilo a su despacho matutino, se encontró con tres nuevas sorpresas, una flor corazón, esta vez multicolor, un pequeño libro titulado “Viajeros”, de un escritor desconocido, y una breve nota: “Es hora de que comiences a soñar y forjes un nuevo destino en el que los sentimientos y la imaginación tengan cabida. Yo siempre estaré contigo”.

   La mente de Cirilo Páez, anquilosada en la rutina diaria, empezó a entablar un duro combate consigo misma. Cirilo comenzó a tener dudas y a ver desmoronarse su mundo. Cirilo sintió el ansia de soñar, pero no, no podía permitírselo. Aunque aquello del destino, aquello que simbolizaba ese breve relato que le habían dado... ¿y si fuera verdad? ¿y si el mundo pudiera ser maravilloso? Necesitaba una confirmación, una última señal, una última nota que le mostrara el camino.

*******

   Aquella mañana, su secretaria le llamó a su casa quince minutos antes de salir para avisarle de que había alguien esperándole en su despacho, una guapa mujer de ojos brillantes --le dijo ella con un tono de camarada -- que además traía una flor, un gran libro y algo más que ni su curiosidad había conseguido descubrir.

   Entonces Cirilo se puso a soñar. Rápidamente sacó de su armario su mejor traje y se afeitó la perilla. Tras examinarse por completo ante el espejo, con una luz brillante en sus ojos, con la sonrisa en los labios y el corazón frenético, Cirilo salió de casa para coger el autobús. Pero esta vez... fue el autobús quien lo cogió a él. Y de esta manera tan triste es como acabó la vida de Cirilo Páez, quien llegó a ser el hombre menos fascinante del mundo. Alguien le enseñó a soñar, le hizo salir de aquel universo gris que obstruía su alma y le hizo sentirse feliz por algunos instantes, y lo que es más importante, le hizo sentirse vivo. Pero no todas las historias tienen final feliz, sobretodo en este mundo. Un sueño puede despertar el amor, pero no detener un autobús, esa es la lección que le faltó aprender a Cirilo.

   ¿Y qué pasó con la mujer? Pues que volvió al lugar de donde procedía, donde vivió innumerables y fantásticas aventuras junto a su querido y fiel amigo... Sario Yenú.

martes, 26 de julio de 2011

Una historia de amor

He recuperado de mis viejas cintas esta vieja historia corta, leída en el programa Cuento Contigo, de M80 radio, el 22-2-1998. Si bien no es la más fina ni la mejor, es a la que más cariño le tengo. Podéis escucharla también en mi Podcast de Spotify: Podcast tributo a Cuento Contigo


Una historia de amor - Raúl Doblas Prades

Pedro tenía una auténtica fobia a las avispas. Él siempre decía: ponme delante una docena de leones muertos de hambre o tráeme una manada de tiburones y yo los preferiré antes que a una avispa. Aparte de su pequeña broma con truco, lo cierto es que Pedro no podía soportar la proximidad de este insecto. Tal era su febril obsesión, que en primavera y verano raramente salía de casa, y cuando lo hacía era para dirigirse a recintos cerrados en los que difícilmente pudiera encontrar a sus enemigas. Por supuesto, se trasladaba en coche a cualquier sitio, era impensable verle caminar por el campo y apenas si abría las ventanas unos minutos para ventilar. Debido a tan extrañas circunstancias, daba la casualidad de que yo era su única amiga. Él no lo sabía, pero yo ya estaba enamorada de él, a pesar de lo mucho que nos distanciaba. Y es que, en parte, yo me consideraba culpable de sus desgracias, aunque eso ahora ya no importe. Lo único que importaba entonces para mí era hacerle ver que una vida no podía irse al garete por una obsesión. Pero él me ignoraba, y se refugiaba aún más en su mundo solitario. Jamás se le ocurrió a Pedro, o quizá no quisiera pensarlo, que al amparo de la noche no tenía nada que temer.
Su problema iba más allá de una simple fobia y hasta donde puedo llegar le comprendo, pues su vida siempre fue muy dura, especialmente tras la muerte de su familia. Siendo yo quien mejor le conoce, quizá sea justo que te ponga al tanto acerca de estas “tragedias” y sus consecuencias. 
En primer lugar, fue su madre quien perdió la vida de forma trágica al resbalar en la bañera. Pedro, supersticioso como buen sevillano, no tardó en relacionar ese triste suceso con aquella desagradable pesadilla en la que una gran avispa se introducía en su dormitorio en plena noche para aterrorizarle. Tan solo un par de semanas después, la desgracia vino por parte de su mujer y sus dos hijas, que sufrieron un terrible accidente de tráfico que no admitió supervivientes. La autopsia determinó que una picadura de avispa había sido el detonante de la pérdida de control del coche.
A partir de entonces vino la depresión, el aislamiento, y solo yo me quedé cerca de él. Su profesión de experto informático le facilitaba este tipo de vida. Aunque yo no lo entendía, me alegraba de estar allí, cerca, a pesar de que el jamás diera señal de apercibirse de mi presencia. Sin embargo, a cada día que transcurría, yo me iba sintiendo más y más atraída hacia él, y solo esperaba algo, una señal, que me permitiera expresarle mis sentimientos.
En una cálida tarde de Agosto me llegó la oportunidad. Entré sin hacer ruido, pensando y soñando en como sería nuestra confrontación cara a cara (válgame el término) en la que habría de expresarle mi amor, con ilusión y también con temor. Me acerqué a él, lentamente. Estaba absorto ante la pantalla del ordenador, y casi parecía que no existiera nada más en el mundo aparte de eso. Lejos de sentirme frustrada, decidí hacer un poco de ruido para obligarle a girar la cabeza y mirarme directamente. Así lo hizo, y durante unos segundos, que se hicieron eternos, nos miramos el uno al otro, intentando adivinar lo que circulaba por aquella otra mente. Yo, por mi parte, intenté hacerle comprender lo mucho que le amaba, que mi mayor deseo siempre había sido permanecer junto a él, y que estaba dispuesta a renunciar a todo por él, dispuesta a integrarme en su particular mundo de soledad. Me acerqué un poco más a él.
Su respuesta fue contundente. Con un súbito ardor en sus ojos, Pedro levantó la mano derecha y… me despachurró contra la pared.
Jamás hubiera esperado una reacción así. Mientras una amarillenta y viscosa sustancia surgía de lo que quedaba de mi cuerpo, intenté recordar qué había hecho mal. Lo único que había hecho era luchar por el amor deseado como me enseñaron a hacerlo. El amor no se puede compartir, ese es el dogma que aprendí de pequeña. Su madre absorbía demasiado este sentimiento, pero era asustadiza, y fue fácil hacerla resbalar. Esa noche, además, conseguí estar cerca de mi amado y compartir sus sueños. Entonces comencé a ser feliz. Lo del coche fue algo más arriesgado, pero ese amor era mucho más fuerte y, por lo tanto, más peligroso. Estuve a punto de perder la vida, pero finalmente todo salió bien.
Yo siempre había estado cerca de él, tras una ventana, tras una puerta,… siempre esperando el momento. Y el momento había llegado, y la respuesta había sido dolorosa. Jamás entendería ese arrebato de violencia injustificada, ¿cómo se puede hacer daño a alguien que te ama de todo corazón? Claro que quizá él no lo sabía, quizá me confundía con una avispa cualquiera, esas a las que odiaba tanto. Ahora, cuando todo son recuerdos, he perdonado a Pedro.
Finalmente ha rehecho su vida, ha olvidado su obsesión y se ha integrado en la sociedad. En cuanto a mí, no me puedo quejar, pues he conseguido parte de lo que quería, estar cerca de él. Me puedes encontrar en su casa, en un bonito corcho, junto a las fotos de sus parientes, atravesada por una chincheta. Quizá sí que me quería. A pesar de ser avispa.


lunes, 4 de julio de 2011

Terry Pratchett y LA MUERTE


No, no es Gandalf, es T. Pratchett

   Sir Terence David John Pratchett (ufff, lo que se aprende con la wikipedia) es un escritor británico de fantasía y ciencia ficción y todavía no está muerto.
   Yo empecé a saber de él una tarde de invierno de finales de 1995, principios de 1996, no recuerdo exactamente. Había leído en la mítica Micromanía un artículo sobre un nuevo juego para pc sobre magos, dragones y fantasía. El contexto parecía muy peculiar y el artículo me había llamado la atención, así que cogí el dinero que tenía para "emergencias informáticas" (caprichos, se entiende) y me dirigí (en transporte público, por supuesto) a la tienda de Mail Soft (ahora Game) más próxima, en la calle atocha de Madrid.

Irresistible portada
   Al llegar a la tienda hice el típico reconocimiento general haciéndome el despistado hasta que mi vista se topó con una peculiar caja de fondo azul. En ella se distinguía una tortuga con unos elefantes encima que a su vez sostenían una especia de mundo y delante un mago y algo parecido a la Muerte guadaña en mano montados sobre un baúl con patas... ¿Quién en su sano juicio se resistiría a tal portada? Así que vencí mis instintos ahorrativos y después de cinco minutos (eran otros tiempos) conseguí que alguien en la tienda me hiciera caso y hacerme con el ansiado juego. El juego venía en unos quince disquetes (no había llegado aún la época del CD), con lo que instalarlo era algo tostón, pero una vez realizada la pesada labor y resuelto un pequeño problema con el ratón, me sumergí en esa loca y endiablada aventura gráfica. Además, unos días después de comprar el juego me llegó a casa un misterioso paquete con una figura muy especial en el interior. LA MUERTE. Fue el principio de todo...
   Poco después, en una de mis incursiones a Madrid en busca de libros, encontré en el sótano de oportunidades del Corte Inglés lo que se podría llamar el santo grial de las ofertas literarias, los lotes de libros de fantasía de Martínez Roca a un precio irrisorio. Y entre ellos, los libros del Mundodisco. Como curiosidad, los dos primeros libros de la serie, en pasta blanda, me costaron cada uno lo mismo que los seis siguientes en pasta dura... cosas de las liquidaciones... en fin, siguiendo con mi historia de tío cebolleta (lo de abuelo aún está lejos), me hice con los once primeros libros del mundodisco (Eric no se había publicado por entonces) y me dispuse a devorarlos con ansia y curiosidad. A partir de entonces todo cambió. La gente, que ya en ocasiones me miraba raro cuando me desternillaba de risa por las mañanas escuchando a Gomaespuma en el autobús, empezó a mirarme raro también en el tren, imagino que por la sonrisa constante y la risa ocasional que me provocaba la lectura de esos libros.

LA MUERTE junto a algunos libros...

   Así pasó el tiempo hasta que, en el verano de 1997, fui a hacer un curso de perfeccionamiento de inglés a Scarborough, en Inglaterra. Junto a mi amigo Jesús, ya convertido previamente al Pratchettismo, fuimos de librería en librería arramplando con cada libro de Terry Pratchett que veíamos. No recuerdo muy bien pero me debí traer otros seis o siete libros en ese viaje. Allí descubrirmos mis dos libros favoritos de Pratchett, "Interesting Times" y "Small Gods".
   Y con el tiempo fueron trayéndolos también a España, primero en inglés, dónde era fácil encontrarlos en La Casa del Libro y unos cuantos años después, en castellano, como muchos sabéis. En mayo de 1999 comencé a usar internet y poco a poco me fui encontrando con más Pratchettianos... hasta presté alguno de mis libros a un goblin cordobés aprendiz de pratchettiano que aún les debe estar sacando brillo en la estantería de su casa... ¬_¬'. ¿Moraleja? Los libros se compran, se cogen de la biblioteca o se regalan, pero nunca nunca se prestan, hay muchas probabilidades de quedarte sin ellos...
  
    La muerte ha sido un tema tratado con frecuencia en sus novelas, de tal forma que su personificación, LA MUERTE, se ha convertido en uno de los personajes más populares de la saga, por su carisma, su especial sentido del humor y visión de la vida y la muerte y, claro está, por hablar en mayúsculas. Hay varios libros que giran en torno a su figura, como Mort, cuando se toma unas vacaciones, o El Segador, cuando es más o menos despedido... Para más detalles, lee los libros...
   Durante años, Pratchet fue publicando entre uno y dos libros por año y algunas de sus obras han sido versionadas en teatro y televisión. A finales de 2007, Pratchett anunciaba que padecía un extraño caso de Alzheimer prematuro, pero confirmaba con su peculari sentido del humor que no estaba muerto y que seguiría atendiendo sus compromisos según pudiera.
   Al hilo de esto, recientemente Pratchett ha rodado un documental sobre el controvertido tema de la eutanasia. El documental está en inglés sin subtitular, pero se entiende muy bien (sobretodo si sabes inglés, claro), es duro pero muy ilustrativo. Aquí os lo dejo sacado de Youtube.



   Una de las cosas que comenta Pratchett en el documental, es que no está seguro de si querrá seguir viviendo una vez que no se vea capaz de escribir. Actualmente ya no puede teclear sus libros, sino que se los tiene que dictar a su asistente. Llegará el momento en el que tampoco los pueda dictar porque su cabeza no le responda... dice que quiere vivir mientras pueda disfrutar y escribir sus historias... vivir mientras pueda exprimir el jugo a la vida y después, morir...
   Imagino a Terry márchandose de este mundo y tirando de la túnica a la MUERTE, diciendo, oye, estoy aquí, no me ignores... y la MUERTE cepillando a Binky y haciéndose la longui, ignorando al maestro, mientras la muerte de las ratas la mira con cara de reproche, hasta que resignada, le libera y le envía al otro mundo, a un paraíso con muchas amazonas semidesnudas... espero que dentro de muchos años...

   Para mí siempre será especial, inspirador, hermano de notas al pie, enemigo de mi economía, aliado de los carpinteros (por lo que ocupan sus tropecientos libros en las estanterías), manantial de citas literarias (pincha ahí si quieres leer alguna)  Pratchett Quote File y sobretodo un gran ladrón de sonrisas. Gracias siempre.
  

miércoles, 29 de junio de 2011

Cómo escribir una novela en un mes...

    Navegando por la red, me he encontrado con una página que da consejos a nuevos escritores de cómo conseguir escribir una novela en un mes. Los consejos básicos para llegar a tiempo son del tipo: coge un cuaderno, hazte un esquema, escribe un porrón de hojas cada día y el último día te vas de fiesta... ¡Brillante!
    No entiendo como hicieron Cervantes y Shakespeare para escribir sus obras maestras sin tener acceso a internet... claro que ellos no tenían como objetivo escribir en un mes ni tenían un programita que les contara las palabras que escribieran cada día. García Márquez probablemente sí lo tenga, pero aún así tampoco le veo siguiendo el método. En fin, no es que yo esté en contra de los talleres de escritura ni de los métodos enfocados a que alguien pueda conseguir uno de sus sueños escribiendo un libro en su mes de vacaciones, pero no es algo que vaya conmigo.
    Establecer objetivos es una buena manera de ser constante (es algo que hice yo para este blog, por ejemplo) pero por otra parte uno corre el riesgo de coartar la imaginación. En "El informe Kristeva" de Gloria Méndez (Ed. Seix Barral), libro sobre el que hablaré en otro momento, hay un párrafo muy significativo que resume lo que para mí es escribir:

"¿Qué hago aquí? Puede que te preguntes qué hago yo aquí. La respuesta es simple: escribir. Escribir como nunca lo había hecho. Yo, pintora, escribir. Escribir sobre lo que veo, sobre lo que me cuentan, sobre lo que imagino. Escribir, porque escribir me salva de todos mis abismos. Escribo y el mundo es otro, escribo y hago palabras mi vida. Letra a letra, frase a frase, escribo, terca y minuciosamente, sin más. Tal vez algún día aprendas a leerme."

   Así que sí, coge el cuaderno, el teclado o la servilleta y garabatea (si quieres) las ideas que te vayan surgiendo. En algún momento, descubrirás cómo las páginas se van llenando y van cobrando vida, cómo juegas con la historia y la historia juega contigo hasta que te lleva a un final, ya sea treinta días después, treinta minutos o treinta años (también se aceptan meses y otros números...). Éste es el consejo que le dí a Miguel hace algo más de cuatrocientos años (aunque omití lo del teclado por no causarle confusión) y no le fue mal...   ^_^'

   A todo esto, en breve empezaré con "Ciento Ochenta y Uno", primera historia larga - novela corta que esperó acabar antes de que se acabe el mundo, que creo que es en 2012...

sábado, 21 de mayo de 2011

Día de reflexión

Este es un blog de palabras, de pensamientos y de ideas, de reflexiones y de sueños, de historias... Hoy quiero dedicar este post a todas esas personas en españa y en el mundo que se están movilizando en estos días haciendo un gran esfuerzo para ser escuchadas, a pesar de las zancadillas de las administraciones y la poca vergüenza de los medios de comunicación más influyentes del país...

Nos dice la RAE que el significado de antisistema es "Contrario al sistema social o político establecidos". Ahora bien, uno de los principios fundamentales de la democracia a la que pertenecemos es la de poder expresarnos y decirle a los que tienen potestad para cambiar las cosas que hay que cambiar algo, que esto no funciona... pero... un momento, si estamos en democracia... ¿quién tiene potestad para cambiar las cosas? ¡Sí! ¡Nosotros! Podéis llamarme ingenuo, decir que nada de lo que se haga servirá para nada, que el poder siempre corromperá y que no se puede hacer de otra manera... bien, eso ya lo tenéis y esa resignación es el triunfo de los que nos controlan... los que nos indican que la única manera de bajar el paro es abaratando el despido, los que afirman sin ruborizarse que debemos jubilarnos cinco años más tarde para soportar las pensiones en un futuro pero no hacen nada para que cinco millones de personas tengan un empleo... los que permitieron que un controlador aéreo cobre el doble que un cirujano y siete u ocho veces más que un profesor...

¿Quién es el antisistema? El que se manifiesta pacíficamente reclamando que se apliquen los principios democráticos o los políticos imputados por corrupción que tienen la cara de presentarse de nuevo a las elecciones, los gobiernos que toleran el endeudamiento de entidades financieras hasta que es necesario rescatarlas con el dinero de los contribuyentes, dinero que podría haberse destinado a investigación, desarrollo, políticas de empleo, educación, sanidad...

Además, nadie se responsabiliza de las consecuencias. Nadie nos explica, por poner un ejemplo, el beneficio que hemos obtenido en doce años de moneda europea a cambio de que el coste de las cosas se multiplique muy por encima de la subida de los salarios... unos dicen que es cosa de los azules, otro que son los rojos, los más descarados culpan a los sindicatos o a los funcionarios pero nadie asume su error, al contrario, se afanan en convertir las elecciones en un símil futbolístico entre Barça y Madrid, porque estamos en la Champios de los países desarrollados, lo cual tiene mérito teniendo en cuenta que uno de cada cinco españoles no puede jugar su partido por no tener trabajo...

Tampoco entiendo por qué mi voto no vale lo mismo que el tuyo, o que el tuyo, ya estés en Zaragoza, en Barcelona, en Bilbao o en Tenerife... Bueno, realmente sí lo entiendo, entiendo que es mucho más fácil pactar con un partido cuyos intereses se hayan únicamente en una comunidad autónoma que otro que defiente intereses a nivel nacional...

Estos días siento y creo que no soy el único, un gusanillo mezcla de indignación y de satisfacción. Indignación por la respuesta de los políticos a las reuniones de la gente, por la bochornosa junta electoral, por la manipulación de algunos medios de comunicación (bendita prensa extranjera)... indignación por tantas cosas... pero también satisfacción por la reacción de la gente, por todos esos jóvenes de todas las edades, jóvenes de 18, jóvenes de 30 y de 40, jóvenes jubilados, jóvenes de espíritu y de ilusión que han ido despertando de su letargo para decir aquí estamos y esto va a cambiar... Quizá no cambie hoy, quizá mañana la llama se atenúe o quizá prenda más aún en el interior de la gente, quién sabe, pero al menos sabrán que estamos indignados y no nos callamos...

Reconozco que la sociedad española en los últimos veinticinco años se ha aburguesado en demasía, quizá porque veníamos de tantos años duros que nos dejamos llevar... Reconozco que es lamentable que se manifieste el triple de gente por la desaparición de un equipo de fútbol que por defender los derechos laborales y sociales que tanto nos ha costado adquirir. Echo de menos las manifestaciones millonarias de los años 80 y la unión social que había en esos momentos. Y ojalá este movimiento sirva para despertarnos... para que nuestros padres sientan que su batalla no fue en vano, que aquí estamos y que seguiremos luchando, por ellos, por nosotros y nuestros hijos, nuestros nietos...
Podría seguir divagando eternamente...

PD: Ufff, creo que soy un antisistema... porque no estoy en #acampadasol... espero que mis divagaciones convaliden...

martes, 10 de mayo de 2011

Bonito día para cenar... una historia corta.

Aquí os dejo la primera historia corta "presentable" después de mucho tiempo (hay otra anterior pero está pendiente de revisión aún). El título está tomado de una idea para una historia que tuve hace años pero que no terminé de realizar. Espero que os guste y si no es así, que sepais mentir como dios manda...






Bonito Día para Cenar


Era su tercera cita en dos semanas. A pesar de que su mente se afanaba por controlar y ocultar sus excesos de entusiasmo, Marisa era consciente de que su cuerpo no paraba de emitir señales. Eso le hacía sentirse vulnerable, demasiado transparente y, por qué no decirlo, un poco excitada. Al rememorar las anteriores citas, Marisa no podía sino sentirse una mujer afortunada.

El día que finalmente se atrevieron a conocerse, tras meses compartiendo madrugadas separados apenas por una fina pantalla y unas decenas de kilómetros, se citaron en  el madrileño parque del Retiro. Fue una mañana perfecta. Se citaron junto a la estatua del ángel caído, en homenaje a la primera y extraña conversación que mantuvieron en aquel canal para mayores de treinta. En cuanto llegó, se reconocieron al instante. Marisa contempló a Jaime y sintió un leve estremecimiento por el cuerpo. Inmediatamente se sonrojó, pero, antes de que pudiera pronunciar su torpe y nervioso saludo, Jaime se acercó a ella y con una interminable sonrisa y una insultante confianza rompió el hielo con un contundente “Qué bonito día Marisa, por fin nos conocemos, por cierto, tu foto no te hace justicia, ciertamente”. Se sintió hipnotizada por aquel tono de voz tan modulado, sensual, seguro y natural. El efecto de las palabras de Jaime no tardó en hacerse notar y antes de que se dieran cuenta, la conversación fluía como un arroyo en primavera. En primer lugar, Jaime la llevó hasta el embarcadero y allí alquilaron un bote. Marisa no se sintió sorprendida de la sencillez con la que desenvolvía Jaime con los remos, puesto que conocía la pasión que éste tenía por las barcas. En alguna ocasión habían hablado de su sueño compartido de dar la vuelta al mundo en un velero, sin un destino prefijado, solo ellos, el mar y el viento. Mientras la barca se mecía por las tranquilas aguas del estanque del Retiro, Jaime, divertido, se puso a tararear una de las canciones que le cantaba su abuela de pequeño:

Al pasar la barca
me dijo el barquero:
Las niñas bonitas
no pagan dinero.

Marisa, sonriendo, no pudo evitar continuar…

Yo no soy bonita
ni lo quiero ser.
Al pasar la barca
le dije otra vez.

Jaime le guiñó un ojo y contempló a Marisa para a continuación indicarle… “¡pues he pagado yo!”. Los dos se echaron a reír a mandíbula batiente y volvieron al muelle para dejar la barca. Pasaron el resto de la mañana tumbados sobre la hierba fresca, charlando sobre esto y aquello, hablando y escuchando con entusiasmo y devoción, hasta que  se hizo tarde y él hubo de marcharse a trabajar. Con un tierno abrazo y un ligero e inocente beso en la mejilla, se despidieron y quedaron para el jueves siguiente.

La segunda cita fue la que convenció a Jaime de que Marisa merecía ser, sin ningún género de dudas, una de sus especiales. Compartían un hobby deportivo, el tenis, y decidieron ponerse a prueba. El día sin embargo no acompañó en esta ocasión y se presentó oscuro y amenazante, pero eso no amedrentó a ninguno de los dos y disfrutaron de un intenso partido. Jaime se consideraba un tenista solvente, pero se sorprendió de la energía y precisión de Marisa en cada golpe. Resistió unos juegos pero finalmente tuvo que hincar la rodilla y reconocer su derrota ante aquella mujer de aspecto frágil y delicado pero de espíritu indomable. Justo antes de terminar comenzó a llover y acabaron el encuentro empapados pero sonrientes. Al terminar el partido ella exigió su recompensa, él debía invitarla a cenar. Convencido de que Marisa era una de las elegidas, Jaime le habló acerca de sus excelencias culinarias y esto, junto con su interminable sonrisa y un par de bromas, terminó acabando con las reticencias de Marisa a la hora de adentrarse en terreno desconocido y de noche. Aplazaron la cena para el día siguiente y se despidieron con un suave y lento beso en los labios.

Marisa dejó su coche en un parking, a unas manzanas de la casa de Jaime. En aquel barrio las casas eran hermosas pero no era sencillo aparcar y no tenía mucha paciencia para esas cuestiones. El día apuraba sus últimos rayos de sol mientras se acercaba a la puerta exterior de la vivienda. Bonito día para cenar, pensó Marisa... Atisbaba ya cercana la casa de su anfitrión, un bonito y lujoso chalet de una planta. Allí le esperaba Jaime, que le saludaba con el mandil puesto y su guante de cocina enfundado. Se dejó llevar de nuevo por esos inmensos ojos azules y se fundió en un cálido abrazo, interrumpido por el sonido de un reloj de cocina. “Creo que la lasaña está lista”, comentó Jaime mientras entraba en la casa y acudía presto a la cocina.

Marisa contempló el recibidor y sintió como aquel hogar le daba una bienvenida apropiada. Se sentía agradecida al destino por la maravillosa velada que se le ofrecía por delante. Jaime salió de la cocina con una copa en cada mano. Ya no llevaba el mandil ni el guante de cocina y lucía tan elegante y espléndido como siempre. Le acompañó al salón y observó que la mesa se hallaba perfectamente preparada para una romántica velada. La noche había caído ya y la única luz que alumbraba la sala era la de las pequeñas velas cuyas llamas parecían danzar al compás.

La cena transcurrió entre risas y confesiones y el vino corrió en abundancia. Aunque Marisa era buena bebedora, hacia el final de la cena se sentía un poco mareada, así que, un poco avergonzada, se excusó unos minutos y se dirigió al aseo. Jaime aprovechó la coyuntura para revisar sus juguetes y comprobar con detalle la habitación que tenía destinada para la lenta muerte de su invitada especial...

Como en las anteriores ocasiones, había planeado con todo detalle cada minuto de la velada... la suculenta cena, la música de fondo, una conversación interesante que fuera derivando de manera natural hacia algo más íntimo y por último, su toque genuino en la copa de vino, una dosis de rohypnol suficiente para someter a aquella maravillosa mujer.

Un par de minutos después, Marisa salió del baño un poco tambaleante, se excusó ante Jaime por su comportamiento y se dirigió hacia el sofá. Jaime llegó a ella justo antes de que se desplomara, la tomó en brazos, y llevó a aquel ángel durmiente a su templo particular. Allí la devoró con la mirada y fue recorriendo su cuerpo con sus manos, sintiendo los lentos latidos del corazón de ella y deleitándose de ese cuerpo tibio y delicioso que tenía en su poder. Le quitó el vestido y se excitó al contemplar la deliciosa lencería que portaba. Sin duda las expectativas de ella para aquella noche habían sido algo diferentes... acercó la lengua hacia los pequeños y firmes pechos de ella y en ese momento le sobrevino la rabia, la frustración por saberse incapaz de cumplir las necesidades de su cuerpo... la dejó por unos segundos y se acercó a la mesa donde tenía sus herramientas. Tomó su cuchillo favorito y se acercó a ella, sosegado y calmado, sediento, sí, pero ahora de sangre, algo con lo que podía lidiar, algo que le colmaba... Acercó su cuerpo al de Marisa y ladeó la cabeza para susurrarle al oído sus palabras favoritas... "Muere, puta". Sin embargo, justo antes de terminar de pronunciar estas palabras, sintió un leve aguijonazo en la pierna y, sorprendido, apenas tuvo tiempo de ver la jeringuilla que tenía clavada y contemplar, con horror, como su cuerpo dejaba de responderle ante el paralizante muscular.

Marisa se quitó de encima, no sin esfuerzo, el cuerpo inmóvil de Jaime y lo contempló con malicia. Esos inmensos ojos azules habían abandonado esa actitud segura que mostraban siempre y solo mostraban terror y confusión. Pensó en lo que había arriesgado en esta ocasión y se sintió satisfecha de sí misma. Notaba como la adrenalina producida por la situación recorría su cuerpo. Tal y como ella pensaba el flumazenilo que se había inyectado en el baño  había tenido el efecto deseado. Aunque si Jaime hubiera sido más generoso con el Rohypnol, hubiera estado completamente en sus manos...

Se sentía como pez en el agua en aquella casa de muerte. Nada más entrar, había percibido la sangre que había brotado entre aquellas paredes... puedes llamarlo intuición de asesina, olfato... Había contado mentalmente, una, dos, tres, siete mujeres distintas, una en la cocina, dos en el baño, el resto en esa habitación que meticulosamente había preparado Jaime... un perfeccionista pero demasiado confiado...  bien, parece ser que no habría una octava... ella cerraría el círculo con la sangre de él...

Le tendió boca arriba y se sentó a horcajadas sobre él, con el cuchillo favorito de Jaime en sus manos... le sonrió y le fue quitando prendas hasta dejarlo en ropa interior. Curioseo divertida tras los calzoncillos y burlona le dijo "Qué desperdicio de Calvin Klein". Marisa hubiera deseado ser poseída antes de tener que eliminarlo, pero parece que eso no entraba en los planes de él. En fin, la noche era muy larga y ya llegaba tarde a su cita con Ángel...

Acercó el cuchillo al cuello y fue deslizando lentamente la afilada punta, dejando que se desgranara la sangre mientras le cantaba con su dulce voz...

Al pasar la barca
me dijo el barquero:
Las niñas bonitas
no pagan dinero.

Marisa, sonriendo, no pudo evitar continuar…

Yo no soy bonita
ni lo quiero ser.
Al pasar la barca
yo le degollé...



Por Raúl Doblas Prades, en Alcorcón, a 8 de Mayo de 2011.






sábado, 30 de abril de 2011

Quedarse en blanco... y delirar...

Cae la noche y es el momento de las palabras, uno se siente fuerte, seguro de que las ideas no tardarán en llegar... acerca el bolígrafo al papel y espera a que ocurra la magia... que la tinta vaya acorralando al papel hasta que éste se rinda y pase el siguiente, así una y otra vez, incansable, sin pensar en hacia dónde se dirigirá esa historia, dando libertad a la mente y al momento... pero la tinta está seca y las palabras no aparecen, uno se encuentra con un muro difícil de franquear y... no puede más que sonreír cuando rememora otros tiempos en los que un drágon alérgico sobrevolaba campos de maíz para convertirlos en palomitas, una espada legendaria luchaba por dejar de ser una herramienta de peluquería y una historia era interrumpida constantemente por los delirios de su autor... Lo primero en lo que pensé cuando me quedé en blanco esa noche fue en retomar alguno de aquellos proyectos de cuentos inacabados que pululan por mi disco duro, bueno, vale, reconozco que eso fue lo segundo después del bocata de calamares, que había cenado poco esa noche y no sé como me vino a la mente ese delicioso bocadillo grasiento tan típico de Madrid. El caso es que me puse a releer y a recordar qué hacía en esos tiempos cuando me ocurría algo similar. Así en su momento surgió La Leyenda de Polenis, la historia más ridícula jamás terminada (básicamente porque no está terminada, obviamente), ignorando directamente el muro de mi mente y escribiendo lo primero que me venía a la mente, cuanto más absurdo mejor. Así que que se prepare el mundo que tiene secuestradas a mis ideas, porque si no las libera en breve pienso reeditar, y proseguir con la leyenda (adaptándola a los nuevos tiempos) y no será algo agradable para la literatura, jojojojo (risa amenazadora, no de papá noel, ¿eh?). La última vez que hice eso fue el germen de las historias cortas y en esta ocasión cualquiera sabe...
Y bueno, ya que he hecho un post únicamente a base de sensaciones y divagaciones, voy a rescatar uno de los poemas de todo a cien de mi época veinteañera, llamado "Dos Palabras".

Dos palabras
 
Dos palabras para aplacar la ansiedad,
dos palabras que te llegan dentro
cuando más lo necesitas...
saboreando la intensidad del momento.
Dos palabras imprescindibles,
para todos el sustento
tras el duro día a día,
alimentando a los sueños...
sueños que evocan hambrientas miradas,
despertar de los sentidos, los recuerdos...
Dos palabras que  me iluminan
al escucharlas, fuerte deseo
de satisfacer mis instintos,
dos palabras que paran el tiempo.
¿No conoces esas dos palabras?
No sabes cuanto lo siento,
deja que yo las susurre
para completar mis versos,
dos palabras, escucha, dos palabras para ti...
¡¡¡A comer...!!!

PD: Dedicado a todas las personas que alguna vez han caminado sin pisar el suelo...

jueves, 21 de abril de 2011

Leyendas junto al fuego

Llegó ya la primavera y el sol brilla con más fuerza (aunque no hoy), las noches van siendo más cortas y antes de que nos demos cuenta llegará el solsticio de verano con sus hogueras... cuentan los vientos que al calor del fuego se han narrado siempre las mejores historias y puede que sea así, o quizá sea que el danzar de las llamas nos hipnotiza y nos hace disfrutar más del momento... en cualquier caso, creo que es un buen momento para desempolvar viejas historias improvisadas, narradas en aquellas grandes madrugadas que nos daba el bosque de Sherwood. Aquí os dejo esta "Leyenda junto al fuego" extraída de una noche de chat de la época y editada lo justo para hacerla legible... estoy nostálgico hoy, ¿eh? jaja...

Leyenda junto al fuego...
(por Kalen)
Era una noche tranquila, cuando Isil pronunció la frase mágica que dio rienda al breve relato que a continuación podéis leer. - ¿Vais a contar una historia junto al fuego? - dijo ella, y Yigdrasil comentó que sería hermoso contar una historia junto al fuego... el recuerdo fue inevitable, no podía ser de otra manera, y allí, en el reino de la magia, el reino del eterno verano, allí mismo, animado por el espíritu de mi añorado hogar... , comencé mi relato...
Recuerdo aquella noche de verano, junto a la hoguera. el bosque susurraba, y nosotros descansábamos nuestros ojos en un intenso azul oscuro que envolvía el estrellado cielo, en una noche de luna negra. La noche no presagiaba el final que sobrevendría. Recuerdo que éramos unos siete u ocho, la mayoría de nosotros se encontraban en un avanzado estado de embriaguez, pero la alegría que les inundaba no estaba causada por ese estado. Una paz singular acompañaba la noche en aquel silencioso bosque. ¿No habéis oído hablar del bosque de la esperanza? En aquel bosque, todos los corazones encontraban por momentos sus anhelos, y los fatigados viajeros encontraban su reposo.
- Yo desearía haber estado en ese bosque - dijo Yigdrasil
- Desearía no haber vivido aquello, Yigdrasil, creeme, fue terrible.
La hoguera era hermosa al principio de la velada, pero rápidamente se fue consumiendo, y decidimos adentrarnos en el bosque para encontrar algunas ramas caídas. Muchos se dispersaron por el bosque, en busca de leña... no, no tendría que haber pasado aquello...
- ¿Se perdieron en la oscuridad de la noche, Kalen? - preguntó Yigdrasil con franca curiosidad.
La curiosidad... no, Yigdrasil, fue mucho peor, en la oscuridad de la noche siempre tenemos a las estrellas...
- Estoy intrigada - dijo Isil
El bosque susurraba, como bien dije al principio, susurraba, advertía... pero nadie escuchaba, bueno, casi nadie. Ellos le traicionaron... En lo más profundo del bosque encontraron un árbol centenario, un árbol de ramas grandes y secas, sin hojas, y para ellos, muerto. Pensaron que sería la única manera, la más fácil, de solucionar el problema de la leña... y empezaron a talar el árbol. Entonces, el bosque comenzó a gemir y de las hojas de los árboles de su alrededor se desprendían hojas de rocío... el bosque se lleno de lamentos centenarios que hicieron temblar de terror a los imprudentes, que, inmóviles con la leña en las manos, se daban cuenta de su terrible error. Las raíces del árbol centenario emergieron y se tragaron a mis compañeros.
- Siempre todo error se paga de alguna forma, Kalen, el bosque se vengó de la imprudencia de vuestros compañeros - señaló Yigdrasil. - ¿No los volvisteis a encontrar?
Con el tiempo, en ese lugar, crecería otro árbol que también llegaría a ser centenario... porque la esperanza nunca se termina... pero eso es otra historia, para otro día, y mis ojos, cansados de llorar, os lo revelarán en otro momento. No volví a ver a mis compañeros, claro está, pero el bosque y ese árbol, legado de la imprudencia de mis compañeros, siguen allí.
- ¿Y cómo es que vos os salvasteis Kalen? - preguntó Isil sensatamente.
- Miré a las estrellas y ellas me hicieron comprender al bosque a tiempo. Escuché el silencio... y además, yo nunca necesité leña que avivara mi corazón...
Gracias por escucharme, es la primera vez que este recuerdo me asalta a la mente. Hace tanto tanto tiempo...

Danzar con dragones (sin spoilers)

Por si había algún despistado, A Dance with Dragons, el quinto libro de la saga A Song of Ice and Fire (Canción de hielo y fuego), de George RR Martin, ya tiene fecha de publicación. Será el 12 de julio de 2011 en perfecto inglés, por supuesto, que las traducciones siempre se hacen esperar un poco más. No os preocupeis que no voy a desvelar nada del argumento, pero si todavía queda alguien que no se haya leído los libros y al que le guste la literatura fantástica, es un gran momento para lanzarse antes de enterarse de todo lo que pasa viendo la serie (no seamos perros). Aprovecho para recomendar la lectura de El Sueño del Fevre, del mismo autor, una historia sobre el Mississippi, Nueva Orleans, vampiros, barcos de vapor y el mundo sureño del S.XIX en EEUU, por si os apetece leer algo de vampiros bien escrito.

Mi abuelo

 
Saturnino Prades
Cuando era pequeño pensaba que mi abuelo era la persona más sabia del universo. Cierto es que también pensaba que mi padre era el hombre más fuerte del mundo (y lo seguí pensando hasta que empecé a ver Eurosport) y que tenía mis dudas acerca de si existía el mundo más allá de lo que abarcaban mis ojos o se iba creando en función a mis movimientos, pero esas historias serán narradas en otra ocasión.... Le recuerdo siempre rodeado de libros y papeles, tecleando con su máquina de escribir o haciendo crucigramas imposibles, disfrutando relajado en su mecedora de la compañía de mi abuela, siempre con una sonrisa en los labios. En cada celebración, el momento más esperado era siempre la hora del postre, no por la tarta, que también, sino por los versos que nos dedicaba en cada cumpleaños, navidad o momento especial...; recuerdo alguno con especial cariño, como aquel que empezaba "Para Raúl, buen sujeto, cariñoso y chispoleto"... También recuerdo y añoro su risa de Papá Noel, ese jojojojo que llenaba cualquier sala de buenos sentimientos... A lo largo de décadas llenó sus cuadernos rojos y azules de versos... versos de enamorado, versos de amistad, espirituales, de dicha y también amargos, como en toda vida...
En los versos que hoy comparto con vosotros, expresa su mayor devoción, que no fue otra que mi abuela. Ahora ya no están, pero en sus palabras siempre seguirán unidos...
No me salen más palabras...


Tu Nombre

Carmen, quien te puso el nombre,
no te lo puso al azar;
te debió de bautizar
un ángel en forma de hombre.
Sólo un ángel pudo ver
el alma que Dios ponía
en la carne que nacía
para vida de mujer.
No te acertaría a dar
otro nombre el ángel mismo,
siendo tan grande el abismo
de tu belleza sin par.
Tu nombre es más que una flor:
te llamas Carmen, jardín;
tu cuerpo huele a jazmín
y tu espíritu a candor.
Eres un carmen florido
de rosas y de claveles,
de cuyo nectar las mieles
son mi manjar preferido.
Si acaso pierden las flores
de mi amor su exuberancia,
cobran en ti más fragancia
las flores de mis amores.
Y, aunque el jardín de tu alma
sea en verdad muy completo,
he de decirte en secreto
que el candor lleva la palma.
En ti contemplo, a la vez,
de la rosa y la fragancia,
del tulipán la elegancia,
del clavel la sencillez.
Cual azucena eres pura,
humilde, cual violeta,
cual sensitiva, discreta
y amas, cual hiedra, la altura.
Pero, Carmen más encierra:
es himno, es verso, canción, ...
Es tu nombre la expresión
de cuanto hay bello en la tierra.
¿Qué de tu nombre diría,
después de decirte de él
que CARMEN ES UN VERGEL
y CARMEN ES POESÍA?

jueves, 24 de marzo de 2011

El retorno de Cuento Contigo...

Cuento Contigo fue un programa de radio de M80radio en el cual los oyentes enviaban sus cuentos al programa y estos eran leídos por la cálida e inigualable voz de Alicia Sánchez. Yo lo descubrí allá por el año 97 creo yo (o quizá después, la memoria se pierde entre las dunas...) y creo que estuvo en antena hasta el verano de 2002... nunca comprenderé por qué lo cortaron, imagino que la presunta audiencia primó sobre la magia.... El programa era mágico, Alicia conseguía que durante dos horas te mantuvieras quieto junto a la radio, escuchando, imaginando cientos de historias diferentes compartidas por unos y otros.... Fuera o no coincidencia, la época del programa coincidió además con la época de mi mayor creatividad (o mi menor pereza más bien) y conseguí vencer a mi habitual timidez y enviar al programa algunos de los cuentos a los que más cariño tenía. Tres de ellos tuvieron el privilegio y honor de ser leídos por la voz de seda de Alicia y conservo esas cintas como tesoros... alguno de ellos, "El Goblin", ya figura en posts previos y los otros dos no tardarán en estarlo (siempre teniendo en cuenta mi concepto del tiempo, claro, je...). La buena noticia que nos ha traído estos últimos días es que gracias a la ilusión de algunos antiguos oyentes del programa y al esfuerzo y dedicación de Alicia Sánchez, desde el estupendo blog de David, Pillados de la vida, se están volviendo a subir los programas de entonces. A día de hoy podemos encontrar ya tres archivos de programas completos, los cuales estoy guardando a buen recaudo... y espero que con los días sean muchos más y podamos tener una gran fonoteca de cuentos. Mi sueño ideal sería que en algún momento el programa volviera a las ondas, pero imagino que eso es mucho más complejo y complicado... de momento me dejaré embargar de nuevo por los cuentos narrados. Si eras un oyente ocasional o asiduo a ese programa, sigue el enlace previo y no pierdas oportunidad... si es la primera vez que oyes hablar de él, te recomiendo que te dejes llevar por tu curiosidad y le des una oportunidad... no te arrepentirás.
 :-)

sábado, 5 de febrero de 2011

Libros de la niñez...

 Recientemente he terminado de leer (sí, de nuevo en el ebook) "El sobrino del mago", la primera novela (en orden cronológico de lectura) de las Crónicas de Narnia. En este caso no voy a poner la sinopsis porque es un libro muy cortito y no quiero desvelar nada, pero es un libro que me ha dejado buen sabor de boca (recomendable para los que les guste la fantasía y volver a sentirse niños...) y me ha hecho recordar, por la forma en la que está escrito, mis lecturas de mi niñez...
Hoy quiero hablar de esos libros que, bien por haberlos leído y releído veinte veces o bien por lo que supusieron en su momento, se han guardado con cariño en mi memoria...

El primer libro que quiero mencionar es Fray Perico y su borrico, de Juan Muñoz Martín. Es la historia de un fraile torpe, inocente y bonachón que con sus ocurrencias y aventuras cambia para siempre la historia de un convento. En su época debí leérmelo como cinco o seis veces y siempre me hacía reír o me provocaba alguna sonrisa. Le tengo un gran recuerdo.


Otro de la misma colección que también recuerdo con cariño es el libro de Las aventuras de Vania el forzudo, de Otfried Preussler, que narra las aventuras de un joven oriental que adquiere una fuerza increíble a base de comer pipas de girasol y emprende un viaje lleno de aventuras con el fin de llegar a ser zar... y a mí con lo que me gustaban las pipas... ufff, pero nada, eso sólo le pasaba a él, yo sigo siendo un tirillas de brazos... ^_^`




Del siguiente libro no tengo carátula, porque sospecho que ya dejó de editarse y porque desgraciadamente ya no lo conservo.... Se trata de Historias de Jorge, de Santiago Pérez Minocci (Ediciones distribuiciones Fraile, colección Baúl de Aventuras). Narra en clave de humor las aventuras y ocurrencias de un muchacho llamado Jorge, con su hermano, su familia, en la escuela, mostrándonos esa vida y costumbres que había hace ya algunas décadas a través de los ojos y travesuras de un niño.

Curiosamente, el libro que voy a mencionar ahora nunca lo he tenido y solo lo leí una vez, pero fue el que terminó de descubrirme el mundo de la ciencia ficción y lo disfruté mucho. Se trata de Shakanjoisha, de Jordi Sierra i Fabra, un mundo mágico y maravilloso de luz y oscuridad. Con mis trece años me parecía lo más de lo más (a continuación me leí la historia interminable y el hobbit y ya me sentí el más feliz del mundo ante las posibilidades... jaja...).


Pero si hay un libro que hizo que mi mente se llenara de sueños e ideas ese es "La historia interminable", de Michael Ende. Poco hay que decir que no se sepa ya de este libro, aunque creo que es una pena que la película no le hiciera la justicia que merece, principalmente en cuanto a la segunda mitad del libro, que queda totalmente ignorada...





Esos son solo unos ejemplos de los muchos libros que tuve la suerte de leer de pequeño. No me quiero olvidar de los Hollister, los Bobsey, los Cinco y los Siete Secretos, Rubicún, Los hijos del vidriero, Asterix, etc., etc. Después llegarían El Hobbit, El Señor de los Anillos... y otros tantos que merecen espacio propio para otro momento y lugar...

¿Cuáles fueron los tuyos?