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jueves, 31 de enero de 2019

#OrigiReto2019 Elvia

El Origireto es una genial iniciativa de Stiby y de Katty que consiste básicamente en escribir un relato y un microrrelato cada mes que cumplan ciertas pautas. El concepto me ha encantado y espero con el tiempo estar a la altura. 


Este es el relato de enero de 2019 para el OrigiReto 2019. Las normas de este reto se pueden consultar en las bitácoras de las organizadoras:

http://plumakatty.blogspot.com/2018/12/origireto-creativo-edicion-2019.html

o en

http://nosoyadictaaloslibros.blogspot.com/2018/12/reto-de-escritura-2019-origireto.html

Nota: Aunque no puntúa por ello, como no me leo bien las reglas y los textos de Stiby siempre me inspiran, este relato está inspirado en el microrrelato de enero de Stiby que puedes leer en su blog y en el relato original que escribió Esther Evans, que puedes leer en su blog (pinchando sobre la palabra). Este relato consta de 1113 palabras, según me sopla https://www.contadordepalabras.com/



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Elvia

Mientras sentía el traqueteo de la nave surcando el espacio, me entró un arrebato de nostalgia. Me aferré fuerte a la vieja foto de color sepia con el rostro de Tara y recordé una vez más toda nuestra historia. El pecho no dejaba de arderme, por un momento creí que me iba a estallar en pedazos. Nadie, jamás, había hecho algo así por mí, ni seguramente por ninguna otra criatura del universo… Acerqué la foto a mis labios y deposité un cálido beso sobre el rostro de mi eterno amor. Rememoré por enésima vez cada recuerdo de Tara; cómo había dado por casualidad con aquel trozo de barro y cómo había sentido ese contacto mágico al mezclarse éste con sus lágrimas, recordando nuestro pasado; cómo sintió el impulso de moldear ese pedazo de barro a conciencia hasta obtener la forma adecuada y cómo revolvió cielo y tierra hasta dar con mi urna, donde yacía inerte desde hacía décadas… Nunca le pregunté de dónde le surgió la idea. Asuntos celestiales, imagino. De dónde si no iba a surgir la idea de abrir la urna, y empalar con todas sus fuerzas aquel corazón de cerámica en mi pecho hueco para luego lanzarme al horno de incineraciones a más de mil grados de temperatura. Obviamente, mi yo de entonces, Lunia Gresson, estaba más que muerta, hacía muchos años que mi corazón había dejado de latir, aunque la urna había conservado mi cadáver en buenas condiciones, obviando la circunstancia de que tenía un agujero en el pecho dónde antaño había estado mi corazón. Pero lo que sucedió a continuación cambió el curso de la vida de Tara y, modestia aparte, de la humanidad. Resucité, desperté, nací. Abrí los ojos de repente y solo vi fuego a mi alrededor, aunque no sentía nada de calor y mi piel estaba intacta, inmune mi cuerpo a los efectos del intenso fuego del horno incinerador. Miré mi pecho desnudó y me asombré de tener de nuevo a mis dos amigas en perfecto estado, a pesar de que habían sido masacradas durante el tiempo de cautividad y tortura al que me había visto sometida durante tantos años. Parecía que aquel corazón de barro no solo me había devuelto la vida sino que me estaba regenerando vertiginosamente. Contemplé ante mis ojos cómo la piel se iba cerrando, cicatrizando de forma mágica alrededor de ese corazón ardiente que me había incrustado Tara. Y también adquirí consciencia. No solo la consciencia de mi vida anterior, sino de todo lo que había vivido Tara. Salí de las llamas y la miré, sorprendida. Me observó de arriba abajo incrédula y algo temerosa, titubeando palabras, así que no pude hacer otra cosa que acercarme a ella y sellar sus labios con los míos.

    ¡¡Lunia!! Pero cómo…  farfulló Tara.
    Lunia ya no existe amor, murió. No sé qué has hecho, pero me has dado vida… y te siento… Puedes llamarme… Elvia.

A partir de entonces, me acogió en su casa y vivimos una vida entera de pasión, lucha y cambios… Fue muy duro, pero a la vez hermoso, verla marchitarse con el tiempo hasta convertirse en polvo mientras yo permanecía exactamente igual…

De aquel momento hacía ya más de mil años y, sin embargo, no podía evitar rememorarlo cada vez que mi mente se mostraba confusa.

El potente destello previo a la entrada al hiperespacio me dejó tan cegada como de costumbre. Llevaba ya unos veinte años cruzando de un sistema a otro con mi negocio de correo “alternativo” y aun así no me terminaba de acostumbrar a aquel estruendo ensordecedor y la ceguera temporal. Ni siquiera el casco de kévar que había adquirido recientemente en Nuevo Plutón conseguía neutralizar el molesto flasheo continuado que conllevaba el salto. Me quité el casco y dejé que mi pelirroja melena se relajase un poco. No tardó en precipitarse por mis hombros y caer escandalosamente por mi espalda hasta llegar a mi cintura. Mi compañera de viaje se quedó mirando mi figura sin ningún tipo de reparos.  Creo que aún andaba algo escocida por mi reciente rechazo a profundizar en nuestra relación afectiva. No, Zaina, por mucho que aprecie tu compañía, no soy mujer de sentar la cabeza. He vivido muchas más vidas de las que me corresponden, en diferentes épocas. He sido heroína y villana, mortal e inmortal, siempre sexualmente abierta a lo que me dicte el deseo y no las normas sociales, aunque reconozco que últimamente el deseo me lleva casi en exclusiva a beber de tu fuente de calor. Porque eres jodidamente sencilla, sabes lo que quieres, lo pides, lo buscas, lo gozas… Y, sin embargo, no quiero atarme. Porque con el tiempo tu cuerpo dejará de ser terso y tu rostro se marchitará. Al principio, sentirás gratitud hacia mí por permanecer junto a ti tan joven y hermosa como el primer día, pero según pase el tiempo lo verás como una injusticia y acabarás por apartarme de ti por puro orgullo… Un día, me enteraré de tu muerte y acudiré a verte y se me partirá el alma otra vez y quizá acabe con una o dos civilizaciones hostiles… porque esa, mi compañera, es mi esencia. Y tú, siendo maravillosa, no eres Tara… Para ti soy una atractiva contrabandista con mucha suerte, pero en realidad soy hija del fuego y la ira, guerrera y otrora amante de la diosa Yodhart, creadora de mundos lejanos en los que la magia y el acero dictan las leyes. Sí, soy Elvia, la que separa las tierras y engulle planetas, insaciable, tenaz y, en esencia, libre. Y, a pesar de todo, aquí me ves, corriendo por la cubierta como una loca para agarrar a tiempo ese conector que se ha soltado al atravesar el campo de asteroides y que amenaza con reducir a cenizas nuestra nave. Mierda. Nuestra, nosotras. Tenemos un vínculo, ¿verdad? Coño, creo que te quiero, pero no pienso reconocerlo delante de ti, ni encima ni, emmm, debajo.

    ­­­­¡Espabila Elvi!

Espabilo. Ajusto el conector, me guardo la foto en la cartuchera y saco a Lunia de su funda, asegurándome de que tiene la batería de carga completa.

     Zaina, cariño, eso no es un campo de asteroides. Prepárate para repeler el asalto, alguien va a morir hoy y te aseguro que no seremos nosotras.

Mi pecho se iluminó como una nochevieja a medianoche y la pistola empezó a absorber la energía vital más destructora del universo.  Abrí la escotilla y salté al vacío dispuesta a darle un buen susto a aquel iluso enemigo que nos acechaba…  

Minutos después y tras unos pocos arreglos en la nave, estaríamos dándonos un tórrido baño de espuma con final feliz. Carpe diem, qué diablos…



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Objetivos: Relato que no suceda en la tierra.
Objetos: Foto vieja, resurrección.

** Creo que el relato cumple también con el test de Bechdel ^_^`

Nota para las jefas: Espero haberlo hecho bien. En el post del microrrelato subo las pegatinas.


8 comentarios:

  1. Maldición! Se me borró el comentario xD

    Bueno, decía que bien por el relato, cumple los objetivos, sigues con los mismos personajes, pero se siente ya un poco inconexo por enlazar con el enlave de otro enlace xD pero bien. Me ha gustado la parte de la resurrección, queda muy místico.

    Y te tengo que dar un tirón de orejillas, que tus dos publicaciones fueron las dos super a ultima hora y hay que pensar que así no puedes hacer ninguna correccion si hay fallitos :P
    Ánimo con febrero!

    .KATTY.
    @Musajue

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    1. Gracias por el comentario Katty, creo que has sido demasiado generosa... en mi relato de enero hay un grave problema de contexto... o te sabes a pies juntillas de dónde surge o lo más probable es que no se entienda nada de nada, aunque en mi cabeza esté todo más claro que el agua... las prisas han hecho que lo que tenía que ser la versión beta fuera la versión definitiva y mi sensación un poco ha sido que en lugar del Windows 7 que yo quería me ha salido un Windows Vista XD

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  2. Muy buenas!
    Me ha hecho ilusión que enlazases el relato aunque no dé puntos, aunque coincido con Katty en que pierde un poco la esencia por hacerlo pasar por tantas manos.
    Me ha gustado la resurrección, sobre todo, y también el recuerdo de la foto en sepia.
    Enhorabuena por el relato! Gracias de nuevo por el enlace.

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  3. Muchas gracias por el comentario. Como le he dicho a Katty, soy consciente del problema del contexto para este relato, pero creo que he hallado una solución: que todo el mundo lea todos mis escritos y que me paguen una pensión suficiente como para poder dedicar todo mi tiempo a escribir los mundos que hay en mi cabeza... creo que es un trato justo XD. Se agradece que destaques las tres cosas buenas que ves en el relato y obvies las mil que habría que pulir, jeje, pero para la próxima tienes licencia para ser todo lo sincera que el cuerpo te pida ser ;-)

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  4. ¡Hola!

    La verdad es que hice mi primer microrrelato con tu historia y no te comenté, porque mira, por despiste seguramente... En definitiva venía a comentar que me gustó mucho, es verdad que estaba enlazado con otros relatos de alguna manera, pero tu planteamiento del personaje, el concepto de la "inmortalidad" me parecía que estaba planteado de una forma muy interesante. Una pasada. En serio.

    ¡Nos leemos!

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    1. Gracias Miguel, como era la primera historia de mi Origireto quise meter a Elvia, un peso pesado de mis mundos de fantasía. Me alegro de que te gustara y te insprirara, es un honor.

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  5. A ver, que yo lo que quiero es conocer del todo y de una vez por todas la historia completa de Yodhart, siempre que no me esté equivocando y sea la Yodhart de "La leyenda de Yodhart", como creo que será porque no eres tú de reciclar nombres.
    Me ha gustado el nacimiento de Elvia, muy potente. La contextualización me ha resultado un poco caótica, pero entiendo que es por las prisas por llegar a tiempo. Supongo que este relato se llevará un buen repaso en algún momento y todo quedará mucho más claro. Me recuerda a algo entre Crónicas Vampíricas y el Hombre Bicentenario, supongo que es el tema de la inmortalidad.
    En verdad, al principio pensé que Elvia era un golem que por algún capricho cósmico había adquirido conciencia y consciencia. ¡Muy buen relato!

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    1. Muy desencaminada no ibas con lo del golem... Por lo de Yodhart, quizá algún día la historia se revele pero quedan muchas lunas para eso... 😉

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