El Refugio
La capitana de la nave Refugio surcaba el espacio en busca de nuevas señales de vida. Habían transcurrido treinta años desde el fin del confinamiento y desde entonces había dedicado su vida a localizar a cualquier humano que pudiera encontrar en la galaxia y facilitarle un nuevo hogar.
El último ataque de los alienígenas había sido devastador. La Tierra se había preparado para la amenaza bélica al detectar actividad alienígena a principios de los años 20 del siglo XXI, pero tras varias décadas intentando solucionar sus propios problemas —millones de víctimas causadas por el cambio climático y el deshielo de los polos—, el asunto alienígena había pasado a ser una leyenda urbana y había caído en el olvido para casi todos.
Sin embargo, a principios del siglo XXII, llego la octava cepa, la Covid 2208, que lo cambiaría todo. Una simple mutación, elaborada durante décadas por los Zhendrianos, sería la encargada de devastar y prácticamente aniquilar la raza humana. Tan solo se salvarían los integrantes del proyecto cúpula, cientos de miles de voluntarios de diferentes países que renunciaron a sus vidas tradicionales para preparar al mundo para el futuro. Cuando la pandemia se desató, se realizó un nuevo confinamiento global, como había ocurrido en las siete ocasiones anteriores, pero esta vez no sirvió. Se estableció la letalidad de la cepa Covid2208 en un 99,7%. Los líderes mundiales decretaron el protocolo de extracción y de las cúpulas emprendieron el vuelo las 10.000 naves nodrizas que se habían ido creando durante todo ese tiempo. En total, abandonaron el planeta unas 900.000 personas, dentro de esas naves. En La Tierra quedaron los ingenieros responsables de la cúpula y aquellas personas que, misteriosamente, no se habían visto afectadas por el virus. No se sabía a ciencia cierta el número de personas con vida, pero se pensaba que estaría por debajo de trescientas mil. Y ya se encargaron las tropas Zhendrianas de que ese número mermara hasta casi su extinción.
De manera que la labor de El Refugio se antojaba de vital importancia. Hallar a las criaturas perdidas en aquel tremendo bosque de estrellas y llevarlas a un lugar seguro. La nave proveería de todo lo necesario. Era una de las naves nodriza originales. Aún funcionaba con la energía acumulada por las placas solares, aunque llevaba un par de años sin acercarse a ningún astro y la capitana empezaba a pensar que tendría que empezar a tirar de combustible hasta que diera con una buena fuente de energía. Sin embargo, aquella misión lo merecía. Después de un tiempo sin actividad, había localizado en el radar una pequeña nave de dos tripulantes, humanas al parecer. Los escáneres no habían detectado signos de ninguna enfermedad relevante, su salud y estado físico eran excelentes. Y además, la capitana se encontraba muy sola y aburrida y tenía ganas de encontrar a alguien con quien compartir algún momento, aunque fuera solo en esas horas de transición hasta llevar a buen puerto a sus invitadas.
Fijó las coordenadas hasta la pequeña nave comercial y lanzó el invisible rayo tractor para evitar que la nave se alejara si le creía una amenaza. Las naves pequeñas no tenían tanto recorrido como la nodriza, pero su velocidad sí podía ser un problema si malinterpretaban sus intenciones.
La capitana sonrío y se fue a dar una ducha para estar presentable, dejando el control de la nave a Pandora, la IA de la nave y su amiga más fiel.
—Elvia, algo va mal, estoy trazando un rumbo hacia Caronte y la nave no responde, nos estamos moviendo en dirección opuesta.
Elvia frunció el ceño y realizó las comprobaciones técnicas rutinarias.
—No sé si algo va bien o mal, Zaina, pero no es la nave. Es un rayo tractor. Una nave nodriza nos está asimilando. Me temo que no tenemos otra opción que prepararnos para lo que venga.
Pasados unos minutos, avistaron El Refugio. Lucía impresionante, con sus letras grabadas en oro sobre la coraza que imitaba a la madera y una decoración que te despertaba una nostalgia infantil ya prácticamente olvidada.
Sin embargo, resultaba extraño que nadie se hubiera comunicado con ellas hasta el momento.
Zaina miró a Elvia preocupada.
—Voy a lanzar las balizas de emergencia, para que nos pueda seguir el grupo en caso de que la cosa se tuerza.
Elvia arqueó las cejas y no dijo nada. Sabía que de nada serviría dejar unas balizas si la nave las capturaba con malas intenciones. Si había dado con ellas entre un mar de asteroides, poco le costaría deshacerse de esas balizas.
—Confiemos en que sus intenciones sean buenas. Quizá encontremos un nuevo hogar—dijo Elvia, más para tranquilizar a su amiga que por pura convicción.
—Yo no quiero un nuevo hogar. Mi hogar eres tú.—dijo Zaina, abrazándola fuerte.
La nave siguió moviéndose hasta que fue devorada por El Refugio.
Cuando llegaron, las puertas de su pequeña nave se abrieron solas y ante ellas apareció la capitana, con su traje de oficial de alto rango de la armada espacial Terrestre (AET). Les hizo un gesto amistoso y les invitó a bajar.
Cuando bajaron, ninguna de las dos se percató de que las balizas de seguimiento que habían colocado para avisar de su localización ya no existían. Los Cuervos Negros habían hecho su trabajo de forma silenciosa y eficiente…
—¡Bienvenidas al refugio!—exclamó Lilith, con entusiasmo.— Llevo mucho tiempo buscándoos. Tenemos mucho de que hablar. Dejadme que os enseñe vuestro hogar transitorio.
Lilith, que así se llamada la capitana, les mostró que iba desarmada y les rogó que dejaran sus armas en la nave. Zaina hizo un gesto negativo pero Elvia la tocó el hombro para que se tranquilizara y siguieron las instrucciones de su anfitriona. Aquello parecía muy real.
Les fue enseñando cada uno de los enormes habitáculos que tenía la nave. Gimnasio, piscinas, canchas de tenis, campos de golf, prácticas de tiro, discotecas, bibliotecas, diversas salas de simulación estimulante. En cada rincón se veía a personas disfrutando de las actividades y viviendo en un entorno cordial y amable. Aquello se sentía un auténtico refugio.
—Mi misión—comenzó Lilith—es bien sencilla. Encontrar a todo ser humano que pueda en el camino hacia nuestro nuevo hogar, Nova Gaia. Estamos todavía a un par de años de llegar, quizá más si sigo detectando nuevas vidas humanas o si tenemos que desviarnos para evitar situaciones hostiles. Afortunadamente, El Refugio es la nave más avanzada de nuestras nodrizas, creada a partir de tecnología extraterrestre hackeada. Tenemos una IA que contiene la sabiduría de toda la historia del ser humano y que nos permitirá, en tan solo unas décadas, volver a renacer en un nuevo hogar, lejos de cualquier amenaza. Actualmente, somos unas 97000 personas en la nave, de los que unos 8000 son niños menores de 15 años. Ellas y ellos son nuestro futuro, nuestra esperanza.
A Zaina le brillaban los ojos de la emoción. Le gustaba la ajetreada vida de la contrabandista galáctica, pero también soñaba con una vida más tranquila junto a Elvia en una casa junto a un lago y un par de criaturas armando jaleo a sus faldas.
Cenaron copiosamente y Lilith les acompañó a sus habitaciones.
—Pensad tranquilamente en si lo que veis aquí se adapta a vuestros deseos y mañana me decís si os apuntáis o preferís seguir vuestro camino. Vuestra nave está reparada y repleta de combustible y os hemos llenado las tablas de créditos por si optáis por seguir vuestro camino. Queremos que todos los humanos tengan la mejor vida posible, ya sea con nosotros o por su cuenta. Hay que sembrar para recoger. Y, algún día, pretendemos ser los suficientes para cobrarnos venganza.
Aquel desliz de violencia no le pasó inadvertido a Elvia. Estuvieron hablando largamente por la noche de sus opciones, de lo que creían y lo que deseaban y parecía que iba a ser difícil ponerse de acuerdo. Pero Elvia no confiaba demasiado en Lilith. Había algo en ella que no terminaba de encajarle.
Los aposentos de la nave eran espectaculares. Una enorme cama King con doseles de seda a juego con las sábanas y todo tipo de parabienes. Champán, bombones, fresas, una bañera de espuma… Estuvieron disfrutando un rato de esos lujos y mantuvieron unos minutos de charla, hasta que les invadió un sueño profundo y los sueños sustituyeron su conversación.
Fueron sueños muy extraños. Elvia soñó que la habitación se hacía cada vez más pequeña hasta que les aplastaba y quedaban como un cromo pegadas a la pared, vivas pero sin cuerpo. Intentaba hablar pero no era capaz. Se despertó con un grito a mitad de la noche, sudando, pero la habitación era la misma, todo parecía igual… salvo que Zaina no estaba a su lado.
Se levantó veloz y se asomó al baño para ver si estaba allí, pero no.
Salió del camarote y recorrió los pasillos hasta que encontró abierta la puerta del camarote de la capitana. Parecía una invitación a que entrara. Cuando llegó, vio a Lilith y a Zaina mirando embobadas un horno enorme.
—¿Qué está ocurriendo?—dijo Elvia, acercándose muy lentamente.
—No entiendo por qué os queréis ir, amor —contestó Lilith—Os lo doy todo, un refugio, calor, sustento, compañía, un futuro para vuestra raza, y un así me hacéis sentir que no soy de confianza, que no soy suficiente, que esto no es suficiente para vosotras. No lo entiendo.
—Suéltala a ella, quédate conmigo, Lilith—imploró Elvia.—No le hagas daño.
—Pandora dice que una ha de ir al horno para que el camino pueda seguir. Pensé que no te importaría no ser tú. Eres muy fuerte, inteligente y seguro que fértil. El futuro de Nova Gaia.
—Ahí te equivocas, Lilith. No puedo engendrar, no tengo ovarios. Me sacrificaré entrando en el horno si me prometes que no harás daño a Zaina.
—Está bien. Pandora acepta el sacrificio. Espero que hayas tenido buena vida. Dicen que escuece un poco. Por favor, no grites mucho, Zaina está drogada pero un sobresalto la puede despertar y si es consciente de lo que ocurre, comprenderás que tendré que matarla.
Elvia apretó los dientes y se aproximó al horno. Respiró hondo y se lanzó a las llamas, que rápidamente le envolvieron e intentaron devorarla. En aquellos breves instantes, se acordó de Tara, de su corazón de barro y de cómo había sido su vida desde entonces. A pesar del fuego intenso a mil grados, derramó una lágrima. Y, lentamente, salió de entre las llamas para sorpresa de Lilith, la agarró y la lanzó al horno. Se escucho un grito ahogado y después el silencio.
—Somos libres, Zaina. Saldremos de esta. Vámonos de este maldito Refugio.
Zaina la miró sin comprender nada y le dio la mano, encogiéndose de hombros.
En unos días todo volvería a la normalidad.
Recorrieron la nave en busca del hangar, pero el trayecto resultaba demasiado confuso. Las grandes salas se habían evaporado. En su lugar, solo encontraban pasillos vacíos e interminables que siempre derivaban en otros pasillos. Tras media hora de carreras sin sentido, oyeron una risa que venía de la megafonía y unos aplausos.
—¡¡Felicidades Elvia!! Realmente tu reputación te precede. Una lástima que de verdad creyeras que matando a la bruja, Hansel y Gretel quedaríais liberadas para siempre. La bruja nunca existió, solo era parte de mi consciencia y de mi poder. Llevo siglos buscándote, mi querida Lunia, mi querida Elvia. Desde antes de que intimaras con mi hermana, la hacedora de mundos. Los humanos me conocéis como Pandora y en todo lo que dijo Lilith había mucha parte de verdad, pero mi verdadero nombre es Zhendart, creadora y líder de los Zhendrianos. Y ahora que por fin te tengo, no te dejaré escapar.
Bienvenida seas a nuestro refugio eterno.
Y según dijo esto, Elvia sintió un chasquido en el alma y miró aterrorizada como el cuerpo de Zenia se desintegraba en sus brazos.
Después de tantos años, volvía a saborear el fracaso. Y el salvaje instinto del deseo de venganza…
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Título: El Refugio
Extensión: 1996 palabras
Objetivo principal: Escribe una historia que suceda en el espacio
Objetivo secundario A: A Hansel y Gretel
Objetivo secundario B: VIII Alienígenas
Objeto 1: Combustible
Objeto 2: Placas solares
Este relato forma parte del reto de escritura creativa #OrigiReto2020.
Las normas de este reto se pueden consultar en las bitácoras de las organizadoras, @stiby2 y @musajue:
http://plumakatty.blogspot.com/2019/12/origireto-creativo-2020-reto-juego-de.html
o en
http://plumakatty.blogspot.com/2019/12/origireto-creativo-2020-reto-juego-de.html
o en
Interesante relato, el final se me queda un poco confuso, ¿Elvia es alienigena y Lilith no existe? ¿Por que se desintegra Zaina? (Que por cierto, en el último párrafo la has llamado Zenia).
ResponderEliminarCuidado que alguno lo leerá y se pensara que es real y que el COVID es alienigena XD
Saludos y nos vamos leyendo.
Lo de los nombres es lo que ocurre por no revisar. Para entender mejor el relato hay que leer “Elvia”, mi relato de enero del “Origireto2019. Lilith existe mientras Pandora quiere que exista. Es un instrumento, no es una humana real. Zaina sí lo es. Elvia en apariencia es humana. Su realidad es un misterio que se va desentrañando leyéndome mucho, porque es un personaje recurrente. Zaina se desintegra porque Pandora la mata. En realidad, es la última prueba que necesita para comprobar que Elvia es a quien busca, ya que solo las personas en contacto directo con las diosas están protegidas ante ese ataque desmaterializador. Vamos, que Pandora fue a por las dos. Imagino que te ge dejado más preguntas que respuestas 🤣😅🙈. Mil gracias por pasarte a leer y comentar.
EliminarPues algo si me has aclarado, pero sigo teniendo un poco de lio. No he leído mucha ciencia ficción, vamos, que lo único que he leído es el hombre invisible, y me cuesta un poco entender los relatos.
EliminarGracias por las aclaraciones.
Buenas!
ResponderEliminarMe ha sorprendido el final, aunque no sé si lo he sabido seguir del todo. según he entendido la comandante de la nave en realidad era la propia IA de la nave?
Lo cierto es que tanta amabilidad parecía sospechosa, y es triste que pensemos así, ¿No? Que nadie te ayudaría tanto si no obtiene algo a cambio.
Me ha gustado la ambientación y el concepto de nave nodriza que va recogiendo humanos para ponerlos a salvo, aunque no sea finalmente de verdad lo que hace con ellos XD
¡Hola Kalen!
ResponderEliminarCuando he empezado a leer este relato me he dado cuenta de que ya lo había leído ¿Por qué no lo comenté entonces? Misterios de la vida.
Para empezar, me gusta mucho el planteamiento que haces la extinción humana y el plan de salvación aunque...¿voluntarios?¡Venga ya! Seguro que se te ha olvidado poner "voluntarios con mucha pasta para financiar el proyecto"
Me chirría el uso de la covid y todo lo que la rodea, será por hastío, pero tengo saturación al respecto. Sin embargo es bastante verosímil la idea de que nos extingamos de ese modo.
Has conseguido mantener la mentira de Lilith hasta el final, ya que no he encontrado pistas de su verdadera naturaleza en todo el relato. Aunque si te crees que me engañas lo llevas claro, sabía que algo estabas tramando.
En cuanto a Elvia ¿Qué te voy a decir? Tu universo está plagado de héroes y heroinas y Elvia sigue sin parecerme transparente... y esa es su gracia. He de decir que no me sorprende el final, pero me encanta ver que seguirá peleando.
¡Gran historia!
Uhmm... No sé. No veo claro el tema. Has metido covid19 (y sus variantes futuras), alienígenas, IA, naves (probablemente generacionales), gente que se queda en Tierra buen en cúpula buen inmunnes, y luego la acción en el espacio queda algo extraña. Se deduce que la Tierra como planeta queda colonizado por los zhendrianos esos, y los supervivientes terrestres vuelan hacia algún lugar que deben haber seleccionado antes, no creo que se aventuren a una diáspora en dispersión (o sí). Pero luego llega la nave El Refugio y captura a una nave pequeña de dos tripulantes que se dedican al contrabando... ¿En que ámbito? ¿Con quién negocian? La Tierra colonizada... No creo. Entre naves, no parece. Me falta worbuilding.
ResponderEliminarPor otro lado, como ya han comentado, al final se embrolla bastante la cosa para comprenderla bien (por cierto ¿Lunia?). Aunque ya he visto que tiene relación con relatos del año pasado. Creo que vendría bien advertir eso antes del relato.