Bosque...

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sábado, 28 de diciembre de 2019

Eva en el Edén (micro de diciembre del Origireto2019)


El siguiente microrrelato forma parte del #Origireto2019, el fantástico reto de escritura que llevan las jefas Katty y Stiby. Este mes lo enlazo con el relato de noviembre de Esther Evans, llamado "A mí no me va a pasar", que podéis leer pinchando sonre el título.  Es esencial leer su relato antes de este micro para entrar en contexto. Con esto termina mi participación en el #OrigiReto2019. ¡En breve empezamos con el 20!

Eva en el Edén

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Siempre resulta duro romper con el pasado. Dejar tu vida y lanzarte a lo desconocido. Pero cuando tu sustento depende de ello, no dudas. Aunque tengas que dejar de lado a tu hermano y emprender una aventura que puede costarte la vida, lo haces. Qué demonios, Iris, nadie puede contigo.

El libro sobre el microscopio me dio la idea. Anita Ludwig, su autora, había pasado tres años recogiendo muestras en los lugares más recónditos y exóticos del planeta y entre ellos había dedicado un capítulo entero a una isla inhabitada, Isla Esperanza, situada en mitad de la nada, en el océano Pacífico.

Estaba segura de que mi nuevo canal, Eva en el Edén, sería todo un éxito. Llegar a aquel pacto con Fer había sido lo más difícil, pero sin duda su humor ácido y socarrón atraería a toda la fauna necesaria para que el canal funcionase.

Suspiré, me desprendí de mis ropas y conecté la red de cámaras. No tardé ni tres horas en convertirme en la nueva estrella viral, lo que tardó la tarántula en picarme…

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Este microrrelato está enmarcado en el Reto de escritura de #OrigiReto2019


  • Objetivo 15. Cuenta una historia que suceda en una isla deshabitada.
  • Objeto oculto: nº22. Un microscopio
  • Caracteres: 999 caracteres.
  • Las normas de este reto se pueden consultar en las bitácoras de las organizadoras, @stiby2 y @musajue:

    http://plumakatty.blogspot.com/2018/12/origireto-creativo-edicion-2019.html

    o en

    http://nosoyadictaaloslibros.blogspot.com/2018/12/reto-de-escritura-2019-origireto.html


    Pegatina y resultados finales:
  • ¡¡¡¡Conseguido!!!!






  • viernes, 27 de diciembre de 2019

    La última nochevieja (relato de diciembre del #OrigiReto2019)

    Aquí os dejo mi último relato del maravilloso #OrigiReto2019, el reto de escritura de Katty y Stiby. Como siempre, recordad que los comentarios salvan vidas y desgravan.

    Calle Mojada, Noche, Reflexiones, Luz, La Lluvia

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    La última nochevieja


    Vuelvo de la fiesta a mitad de la noche cuando le veo. Va caminando por la acera de enfrente, medio tambaleándose, pero sonriente y feliz, meneando su frondosa melena. Nos cruzamos la mirada por un instante y me parece verle guiñarme un ojo. Sonrío en una mezcla de cortesía y miedo y aparto la mirada rápidamente. La avenida está bien iluminada, pero todavía queda un largo trecho hasta llegar a casa. Inquieta, palpo el bolso para encontrar la tranquilidad del teléfono móvil. Afortunadamente, allí está. Respira, Silvia, respira. Acelero el paso e ignoro las voces de los borrachos que me voy encontrando. Aquellos seres son más bien una plaga de babosas, mentes enfermas con una única neurona situada en el pequeño bulto de sus pantalones, que se creen que fin de año significa tarifa plana de obscenidades y magreos, en el mejor de los casos. Asqueroso. El chico sonriente continúa su camino por la acera de enfrente, no quiero mirarle, pero le siento. No sé si es casualidad, afán por acompañarme o si se trata de alguien peligroso, pero ya veo a lo lejos la puerta del bloque y eso me tranquiliza ligeramente. Estoy harta de sentir miedo cada vez que vuelvo sola por la noche. Percibo como el chico se para un segundo y se recoge la coleta. Me detengo a su vez y me coloco el cinturón. El regalo de Al, un pequeño respiro para comprobar que todo está bien. En caso de necesidad, puede ser una buena solución de escape… Lo que tengo claro es que no pienso ser presa fácil. Saco el teléfono móvil para hacer como que hablo, eso me dará unos metros de margen, pero está sin batería. Disimula, Silvia. Al fondo veo un grupo de chicos bebiendo junto a un banco y ocupando mi acera. Tengo dos opciones, continuar mi camino y pasar entre los chicos o cambiarme de acera y enfrentarme a mi señor sonriente. Darme la vuelta no es una opción, todavía siento las miradas a mi espalda de los lobos indecisos. Ciento cincuenta metros hasta casa, creo que será más fácil deshacerme de uno que de cinco, así que me la juego con el borracho de la alegre sonrisa. Es un hombre fuerte, pero en su estado creo que es mi mejor opción. Ensayo mentalmente mis soluciones de emergencia. Si la cosa se pone fea, pisotón, rodillazo y a correr. Suficiente ventaja para llegar al portal. Si me acorrala, a tirar de cinturón y que sea lo que dios quiera.
    Cruzo la calle y parece que a los chicos les sienta mal. Silban y hacen ademán de ir a por mí. Pánico, soluciones de emergencia. Mierda. Agito los brazos y saludo a mi mejor opción mientras aceleró el paso hacia él. Los chicos le miran, le estudian y deciden que, al fin y al cabo, no merezco la pena como trofeo. Quizá las hienas no quieren alterar al león, no sé, pero es demasiado tarde para echarse atrás.
    Cuando llego hasta él le observo detenidamente. Es un chico fuerte y guapo y lo cierto es que no huele en absoluto a alcohol. No tengo claro si eso me tranquiliza o me inquieta aún más, pero sé que necesito avanzar al menos otros cincuenta metros para reducir la amenaza de siete a uno. Le hago un gesto invitándole a caminar junto a mí y amplía su sonrisa sin decir nada. Lo cierto es que su silencio resulta un tanto estremecedor y no tengo nada claro si he elegido bien.
    Mientras caminamos le observo de reojo. Parece inmensamente feliz, irradia paz y los ojos le brillan. Se nota que disfruta del paseo y de la noche. Quizá mi impresión haya sido precipitada, pero no pienso relajarme. Pasamos por delante de mi portal y continúo unos metros, hasta mi distancia de seguridad. Meto las manos en el bolsillo del abrigo y aferro las llaves. Es el momento: si todo va bien, genial y si va mal, pisotón, rodillazo, carrera llave en mano, abrir el portal y cerrar mientras don perfecto retoma el resuello.
    Le agradezco su silenciosa compañía y le indico que, con los nervios, me he pasado de puerta.
    Por primera vez, tuerce el gesto y se interpone entre mi destino y yo. Resoplo y descargo mi tacón sobre la punta de sus zapatillas. Le oigo gritar y siento como me agarra con sus brazos como si fueran tenazas y me acerca hacia él. Sin dudar, descargo mis huesudas rodillas sobre sus testículos con todas las energías que me quedan. Veo como su cuerpo se dobla y le falta el resuello. En medio segundo estoy descalza y corriendo hacia mi portal llave en mano. Le miro a mitad de camino, parece que ha funcionado. Saco la llave y la introduzco en la cerradura. Entra, pero no gira. La saco ligeramente y la vuelvo a meter por si está atascada, pero nada. No gira. Miro el llavero y veo que, aunque es la forma de mi llave, no es mi llave. Esta es roja y tiene una esvástica blanca pintada sobre ella. Cuando me quiero dar cuenta, el gigante está encima de mí. No hay salida. Cierro los ojos y pienso en Al y en todo lo que he vivido. Abandono el miedo y miro al infierno a la cara, mientras con mi única mano libre acciono el cinturón desmaterializador.

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    Vuelvo de la fiesta a mitad de la noche cuando la veo. Va caminando por la acera de enfrente, tambaleándose, pero feliz, aunque sé que me observa de reojo. Nos cruzamos la mirada por un instante y noto como me sonríe tímidamente y aparta la mirada. Imagino que toma sus precauciones, es una lástima que las mujeres no puedan caminar por la calle tranquilamente. Es muy atractiva, aunque intenta disimularlo con su abrigo largo y su pelo recogido. La avenida está bien iluminada, pero todavía queda un trecho hasta llegar a casa. Espero tener la oportunidad de hablar con ella y conocerla mejor. Veo como saca su teléfono móvil del bolso y hace como que habla, aunque el teléfono no se ha iluminado ni le he visto marcar ningún número. Creo que lo hace para sentirse más segura.
    La chica guapa continúa su camino por la acera de enfrente. No necesito mirarla, la siento. Decido caminar a su mismo ritmo, pero por mi lado de la acera, para ser su vigilante mientras disfruto de la placidez de los primeros momentos del año. No sé si es casualidad o destino, pero no pienso dejarla desamparada con todos esos apestosos borrachos. Veo como le dicen obscenidades, se tocan y babean desde mi lado de la acera como si no hubieran visto una mujer en su vida. Es asqueroso, pero no quiero meterme en peleas innecesarias. Además, parece que ella tiene sus recursos. 
    Me acerco a un grupo de chavales en avanzado estado de embriaguez. Los chavales la miran mientras hace como que habla por el móvil y murmuran entre ellos. Siento la preocupación en la cara de la muchacha.
    Me recojo la coleta y decido entrar en acción. La saludo, mientras empiezo a cruzar la calle en dirección a ella.
    Parece que ella también se ha dado cuenta, porque veo como se detiene y me hace un gesto de saludo. Aprovecho un instante en el que ella se detiene a mirar el móvil —imagino que a intentar encenderlo o mandar un mensaje— para mirar si le siguen y hacerles un gesto yo, levantándome sutilmente el jersey y mostrándoles mi insignia y mi cuchillo. Parece que eso les templa y les hace cambiar de opinión.
    Cuando llego hasta ella le sonrío y le saludo sin llegar a pegarme a ella. No quiero que se sienta incómoda y quiero que sienta que soy su aliado, no su enemigo. Me devuelve la sonrisa, aliviada y siento como si el cielo se abriera de golpe y se llenara de miles de deseos en forma de estrellas fugaces. Le hago un gesto y le invito a caminar junto a mí. Su silencio resulta un tanto perturbador, pero su tímida sonrisa promete un cheque en blanco de emociones y sensaciones que quiero descubrir junto a ella.
    Continuamos caminando unos metros hasta que se detiene y me dice que se ha pasado de portal. Giro la cabeza y veo que su puerta está a unos diez metros. Me gusta esta chica, tan precavida e inteligente. Aunque finge estar mareada, en realidad no huele en absoluto a alcohol. En realidad, huele maravillosamente.
    Decido que ya es el momento de que nos conozcamos mejor y me interpongo entre ella y la que presumo que es su casa. Estoy seguro de que le gusto y nos merecemos terminar esta noche como dios manda, sudando y disfrutando. Noto cómo se echa mano al bolsillo del abrigo, buscando sus llaves. ¿De verdad cree que me va a dejar aquí, así, después de esa sonrisa?
    Tuerzo el gesto y extiendo mis brazos para abrazarla, pero siento un agudo dolor en mi pie al notar como su tacón se clava violentamente. Sorprendido, intento agarrarla pero inmediatamente percibo un brutal dolor en mi entrepierna. La hija de puta me ha dado un rodillazo en los huevos. Me quedo sin respiración por unos instantes y la veo alejarse corriendo en dirección al portal.
    Igual se cree que tras extenderme ese cheque sin fondos se va a ir de rositas. Sonrío para mis adentros mientras aferro el juego de llaves que le he cambiado mientras forcejeábamos. Me mira con terror, pero no ha de temer nada, la perdono. Solo quiero devorar ese delicioso cuerpo y que sea mía para siempre.
    Cuando siento mi carne junto a la suya, separados tan solo por nuestros ropajes, noto de repente una sensación rara, como si el tiempo se detuviera. Observo a mi alrededor y veo como las calles se agrietan, los muros se separan y la gente aterrorizada ve volar sus trozos de carne en cachitos. Todo termina con un fuerte estallido.


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  • Este relato está enmarcado en el Reto de escritura de #OrigiReto2019.




  • Objetivo: 18. Escribe dos versiones de un relato cambiando el género de los personajes, de manera que cambie el significado o relata un hecho que sea la excepción a lo habitual.
  • Objetos ocultos: Nº5 un cheque sin fondos y Nº18 una plaga de babosas
  • Milpalabrista: 1668 palabras
  • Las normas de este reto se pueden consultar en las bitácoras de las organizadoras, @stiby2 y @musajue:

    http://plumakatty.blogspot.com/2018/12/origireto-creativo-edicion-2019.html

    o en

    http://nosoyadictaaloslibros.blogspot.com/2018/12/reto-de-escritura-2019-origireto.html
  • ¡¡Ya te puedes apuntar al #OrigiReto2020!! Más información aquí: http://plumakatty.blogspot.com/2019/12/origireto-creativo-2020-reto-juego-de.html