Bosque...

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lunes, 29 de junio de 2020

Otro ranking para terminar junio... (actualizado a 28-06-2020)

Ranking



Ya han pasado unas semanas desde el último ranking y toca ver cómo vamos. Parece poco tiempo, pero ya estamos en la nueva normalidad XD y el tiempo vuelve a no tener sentido. Así que allá vamos con el ranking, sin cambios en el podium (lo cual es normal, ya que les queda muy poquito para completar el reto), pero con algunos movimientos interesantes. 


Este mes los progresos van por la zona media, entre los aspirantes a las medallas de chocolate. La cabeza se mantiene igual, como dije antes:


* La primera posición y por tanto la medalla dorada de chocolate es para ¡¡¡Ericka!!! Es posible que su próxima actualización sea ya para completar el juego y llevarse el gran premio consistente, por parte del bibliotecario, en darle mucho la enhorabuena y destacar su nombre en el audio del ranking final.

* Continúa al acecho Esther, que también amenaza con lograr el éxito total en breve y mantiene la medalla de plata de chocolate este mes. ¡¡Enhorabuena!!

* En tercera posición se mantienen Marga y Marien, consolidando otra medalla de bronce de chocolate ¡¡Cuidado con el azúcar!!

* Kam pega un acelerón importante y roza el podium, quedándose a tan solo un punto en una maravillosa cuarta posición. No hay medalla para los cuartos, pero viendo los dos últimos meses, seguro que si la hubiera sería violeta ;-) ¡Bien por Kam!

* En quinta posición asoma el bibliotecarioook Kalen, que sigue pasito a pasito como las hormigas. ¡¡Bien por mí!!

* Sexta es ahora Stiby, que aunque baja en posición sube en puntos y se mantiene en muy buena situación para asaltar los primeros puestos cuando se lo proponga. ¡¡61 puntos con solo cuatro relatos comentados son muchos puntos!! ¡Punto para Slytherin!

* Después del último subidón, Carolina se queda séptima con una puntuación muy cercana a la cabeza, pero esta vez no ha actualizado. Seguro que para el próximo ranking vuelve a pegar otro estirón :)

* Tampoco ha actualizado esta vez la super jefa KATTY, que se queda en octava posición pero con una puntuación muy buena para la altura de año que llevamos.

* También es muy buena la puntuación de Yarcko, aunque debido a las subidas de Kam y un servidor, retrocede hasta la novena plaza. Seguro que se pondrá a gruñir y en breve nos adelantará a todos, porque es una lectora nata (montada).

* Espectacular Gema doblando puntuación para llegar a los 52 puntos e igualar a Thaly en la décima posición. Estoy encantadísimo de ver todo lo que estáis leyendo. ¡¡Gracias!!

* Cristin, Érica y Perlas (Raquel) se quedan con la undécima, duodécima y decimotercera posición respectivamente. ¿Serán las próximas que den el salto en el siguiente ranking?

Mucho ánimo con las lecturas y actualicéis o no, leed hasta los prospectos de las galletas :). Para el siguiente ranking habrá que esperar unas semanas, dependiendo de la gente que actualice. 


Este mes no dejéis de pasar a por los granizados y batidos.  Hemos incluido fruta fresca de temporada, ¡¡¡sandía y melón!!! ¡Servios y hasta la próxima!

Y no os perdáis las espectaculares tardes de Discord que organiza de cuando en cuando la jefa KATTY. Se pasa muy buen rato escuchando historias.


Si detectáis cualquier errata... exigid que haga un audio en lugar de escribir por aquí.


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El reto #CazaCapitulos es un reto de lectura organizado por Katty (@MUSAJUE), con la  colaboración de un servidor, (@kalen76). 

Si quieres saber más sobre el reto, puedes informarte en: 

o aquí mismo en: 

viernes, 5 de junio de 2020

Nuevo Ranking para el Club Caza Capítulos (actualizado a 05-06-2020)

Ranking



Un poco más tarde de lo previsto, pero aquí tenemos el cuarto ranking del Club. Quién nos iba a decir que esto del Covid iba a durar tanto. Espero que estéis todes bien y con muchas ganas de leer, sobre todo ahora que se acerca el verano. Aquí os dejo la foto mensual del ranking.





Este mes ha habido muchos progresos reseñables, pero sobretodos destacan las dos primeras posiciones, que están muy cerca de completar el reto cuando no llevamos ni la mitad del año. Impresionante.

* La primera posición y por tanto la medalla dorada de chocolate es para ¡¡¡Ericka!!! Ericka está a tan solo tres objetivos de conseguir ser Cazadora Suprema del Universo Literario (lo menos) ¡¡¡¡Felicidades!!!

* Apenas a un objetivo de Ericka se encuentra Esther, que también amenaza con lograr el éxito total a mitad de año y se cuelga la medalla de plata de chocolate este mes. ¡¡Vaya ritmo!! ¡¡Enhorabuena!!

* En tercera posición gracias a los empates están las reinas de la regularidad, Marga y Marien, cuya constancia les acerca cada día más al objetivo final. Que no es rellenar todos los puntos, no os equivoquéis, es disfrutar plenamente de las lecturas. Y parece que lo están logrando. De momento, medalla de bronce de chocolate para ambas. ¡¡Genial!!

* Stiby sube hasta la cuarta posición con un progreso notable, que podría ser mayor en cualquier momento si le diera caña a los relatos, porque en objetivos va muy muy bien. Tiene pinta de que va a ser otra de las que acabe el año con los 80 puntos. ¡Brava, Stiby! (por "¡muy bien!", no por "patata picante" ^_^`)

* En quinta posición aparece Carolina como un torbellino, situándose en una posición cercana a las medallas de chocolate. Tendremos que estar atentos a sus progresos, porque parece que ha venido para quedarse en las cumbres de las lectoras. 

* La jefa Katty y un servidor nos quedamos en una muy digna sexta posición. A nuestro paso y muy felices de cómo os estáis implicando con el reto. ¡¡Gracias!!

* Yarcko se queda en la séptima posición al no haber subido actualización este mes, pero estamos seguros de que está tramando algo y pronto nos dará una sorpresa en forma de porrón de puntos.

* Kam se queda octava junto con Thaly al no haber subido actualización, pero esperamos estirón próximamente. En cuanto a Thaly, ha pegado un buen apretón al reto y de mantener la progresión pronto estará mucho más arriba.

* Cristin y Gema se quedan en la novena y décima posición al no haber actualizado ranking para esta ocasión. Espero que sigan encontrando sus momentos para leer y disfrutar de un buen granizado (lo del chocolate caliente ya lo vamos dejando si eso).

* Erica es undécima muy cerca del top 10. ¡Mucho ánimo con tus proyectos literarios, que sé que estás a tope!

* Y en la duodécima plaza está Perlas, a quien le reiteramos desde aquí toda la fuerza y buenos deseos y esperamos que pueda aparecer pronto.

Este mes cambiamos los tés calientes por helados y el chocolate por granizados y batidos. ¡Servios y hasta la próxima!

Si detéctais cualquier errata, gritadle al bibliotecario o dadle un plátano.

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El reto #CazaCapitulos es un reto de lectura organizado por Katty (@MUSAJUE), con la  colaboración de un servidor, (@kalen76). 

Si quieres saber más sobre el reto, puedes informarte en: 

o aquí mismo en: 

domingo, 31 de mayo de 2020

El Refugio (relato de mayo para el #Origireto2020)


El Refugio

La Ciencia, Ficción, Scifi, Corredor, Sala De, Interior

La capitana de la nave Refugio surcaba el espacio en busca de nuevas señales de vida. Habían transcurrido treinta años desde el fin del confinamiento y desde entonces había dedicado su vida a localizar a cualquier humano que pudiera encontrar en la galaxia y facilitarle un nuevo hogar.

El último ataque de los alienígenas había sido devastador. La Tierra se había preparado para la amenaza bélica al detectar actividad alienígena a principios de los años 20 del siglo XXI, pero tras varias décadas intentando solucionar sus propios problemas —millones de víctimas causadas por el cambio climático y el deshielo de los polos—, el asunto alienígena había pasado a ser una leyenda urbana y había caído en el olvido para casi todos.

Sin embargo, a principios del siglo XXII, llego la octava cepa, la Covid 2208, que lo cambiaría todo. Una simple mutación, elaborada durante décadas por los Zhendrianos, sería la encargada de devastar y prácticamente aniquilar la raza humana. Tan solo se salvarían los integrantes del proyecto cúpula, cientos de miles de voluntarios de diferentes países que renunciaron a sus vidas tradicionales para preparar al mundo para el futuro. Cuando la pandemia se desató, se realizó un nuevo confinamiento global, como había ocurrido en las siete ocasiones anteriores, pero esta vez no sirvió. Se estableció la letalidad de la cepa Covid2208 en un 99,7%. Los líderes mundiales decretaron el protocolo de extracción y de las cúpulas emprendieron el vuelo las 10.000 naves nodrizas que se habían ido creando durante todo ese tiempo. En total, abandonaron el planeta unas 900.000 personas, dentro de esas naves. En La Tierra quedaron los ingenieros responsables de la cúpula y aquellas personas que, misteriosamente, no se habían visto afectadas por el virus. No se sabía a ciencia cierta el número de personas con vida, pero se pensaba que estaría por debajo de trescientas mil. Y ya se encargaron las tropas Zhendrianas de que ese número mermara hasta casi su extinción.

De manera que la labor de El Refugio se antojaba de vital importancia. Hallar a las criaturas perdidas en aquel tremendo bosque de estrellas y llevarlas a un lugar seguro. La nave proveería de todo lo necesario. Era una de las naves nodriza originales. Aún funcionaba con la energía acumulada por las placas solares, aunque llevaba un par de años sin acercarse a ningún astro y la capitana empezaba a pensar que tendría que empezar a tirar de combustible hasta que diera con una buena fuente de energía. Sin embargo, aquella misión lo merecía. Después de un tiempo sin actividad, había localizado en el radar una pequeña nave de dos tripulantes, humanas al parecer. Los escáneres no habían detectado signos de ninguna enfermedad relevante, su salud y estado físico eran excelentes. Y además, la capitana se encontraba muy sola y aburrida y tenía ganas de encontrar a alguien con quien compartir algún momento, aunque fuera solo en esas horas de transición hasta llevar a buen puerto a sus invitadas.

Fijó las coordenadas hasta la pequeña nave comercial y lanzó el invisible rayo tractor para evitar que la nave se alejara si le creía una amenaza. Las naves pequeñas no tenían tanto recorrido como la nodriza, pero su velocidad sí podía ser un problema si malinterpretaban sus intenciones.

La capitana sonrío y se fue a dar una ducha para estar presentable, dejando el control de la nave a Pandora, la IA de la nave y su amiga más fiel.

—Elvia, algo va mal, estoy trazando un rumbo hacia Caronte y la nave no responde, nos estamos moviendo en dirección opuesta.

Elvia frunció el ceño y realizó las comprobaciones técnicas rutinarias.

—No sé si algo va bien o mal, Zaina, pero no es la nave. Es un rayo tractor. Una nave nodriza nos está asimilando. Me temo que no tenemos otra opción que prepararnos para lo que venga.

Pasados unos minutos, avistaron El Refugio. Lucía impresionante, con sus letras grabadas en oro sobre la coraza que imitaba a la madera y una decoración que te despertaba una nostalgia infantil ya prácticamente olvidada.

Sin embargo, resultaba extraño que nadie se hubiera comunicado con ellas hasta el momento.

Zaina miró a Elvia preocupada.

—Voy a lanzar las balizas de emergencia, para que nos pueda seguir el grupo en caso de que la cosa se tuerza.

Elvia arqueó las cejas y no dijo nada. Sabía que de nada serviría dejar unas balizas si la nave las capturaba con malas intenciones. Si había dado con ellas entre un mar de asteroides, poco le costaría deshacerse de esas balizas.

—Confiemos en que sus intenciones sean buenas. Quizá encontremos un nuevo hogar—dijo Elvia, más para tranquilizar a su amiga que por pura convicción.

—Yo no quiero un nuevo hogar. Mi hogar eres tú.—dijo Zaina, abrazándola fuerte.

La nave siguió moviéndose hasta que fue devorada por El Refugio.

Cuando llegaron, las puertas de su pequeña nave se abrieron solas y ante ellas apareció la capitana, con su traje de oficial de alto rango de la armada espacial Terrestre (AET). Les hizo un gesto amistoso y les invitó a bajar.

Cuando bajaron, ninguna de las dos se percató de que las balizas de seguimiento que habían colocado para avisar de su localización ya no existían. Los Cuervos Negros habían hecho su trabajo de forma silenciosa y eficiente…

—¡Bienvenidas al refugio!—exclamó Lilith, con entusiasmo.— Llevo mucho tiempo buscándoos. Tenemos mucho de que hablar. Dejadme que os enseñe vuestro hogar transitorio.

Lilith, que así se llamada la capitana, les mostró que iba desarmada y les rogó que dejaran sus armas en la nave. Zaina hizo un gesto negativo pero Elvia la tocó el hombro para que se tranquilizara y siguieron las instrucciones de su anfitriona. Aquello parecía muy real.

Les fue enseñando cada uno de los enormes habitáculos que tenía la nave. Gimnasio, piscinas, canchas de tenis, campos de golf, prácticas de tiro, discotecas, bibliotecas, diversas salas de simulación estimulante. En cada rincón se veía a personas disfrutando de las actividades y viviendo en un entorno cordial y amable. Aquello se sentía un auténtico refugio.

—Mi misión—comenzó Lilith—es bien sencilla. Encontrar a todo ser humano que pueda en el camino hacia nuestro nuevo hogar, Nova Gaia. Estamos todavía a un par de años de llegar, quizá más si sigo detectando nuevas vidas humanas o si tenemos que desviarnos para evitar situaciones hostiles. Afortunadamente, El Refugio es la nave más avanzada de nuestras nodrizas, creada a partir de tecnología extraterrestre hackeada. Tenemos una IA que contiene la sabiduría de toda la historia del ser humano y que nos permitirá, en tan solo unas décadas, volver a renacer en un nuevo hogar, lejos de cualquier amenaza. Actualmente, somos unas 97000 personas en la nave, de los que unos 8000 son niños menores de 15 años. Ellas y ellos son nuestro futuro, nuestra esperanza.

A Zaina le brillaban los ojos de la emoción. Le gustaba la ajetreada vida de la contrabandista galáctica, pero también soñaba con una vida más tranquila junto a Elvia en una casa junto a un lago y un par de criaturas armando jaleo a sus faldas.

Cenaron copiosamente y Lilith les acompañó a sus habitaciones.

—Pensad tranquilamente en si lo que veis aquí se adapta a vuestros deseos y mañana me decís si os apuntáis o preferís seguir vuestro camino. Vuestra nave está reparada y repleta de combustible y os hemos llenado las tablas de créditos por si optáis por seguir vuestro camino. Queremos que todos los humanos tengan la mejor vida posible, ya sea con nosotros o por su cuenta. Hay que sembrar para recoger. Y, algún día, pretendemos ser los suficientes para cobrarnos venganza.

Aquel desliz de violencia no le pasó inadvertido a Elvia. Estuvieron hablando largamente por la noche de sus opciones, de lo que creían y lo que deseaban y parecía que iba a ser difícil ponerse de acuerdo. Pero Elvia no confiaba demasiado en Lilith. Había algo en ella que no terminaba de encajarle.

Los aposentos de la nave eran espectaculares. Una enorme cama King con doseles de seda a juego con las sábanas y todo tipo de parabienes. Champán, bombones, fresas, una bañera de espuma… Estuvieron disfrutando un rato de esos lujos y mantuvieron unos minutos de charla, hasta que les invadió un sueño profundo y los sueños sustituyeron su conversación.

Fueron sueños muy extraños. Elvia soñó que la habitación se hacía cada vez más pequeña hasta que les aplastaba y quedaban como un cromo pegadas a la pared, vivas pero sin cuerpo. Intentaba hablar pero no era capaz. Se despertó con un grito a mitad de la noche, sudando, pero la habitación era la misma, todo parecía igual… salvo que Zaina no estaba a su  lado.

Se levantó veloz y se asomó al baño para ver si estaba allí, pero no.

Salió del camarote y recorrió los pasillos hasta que encontró abierta la puerta del camarote de la capitana. Parecía una invitación a que entrara. Cuando llegó, vio a Lilith y a Zaina mirando embobadas un horno enorme.

—¿Qué está ocurriendo?—dijo Elvia, acercándose muy lentamente.
—No entiendo por qué os queréis ir, amor —contestó Lilith—Os lo doy todo, un refugio, calor, sustento, compañía, un futuro para vuestra raza, y un así me hacéis sentir que no soy de confianza, que no soy suficiente, que esto no es suficiente para vosotras. No lo entiendo.
—Suéltala a ella, quédate conmigo, Lilith—imploró Elvia.—No le hagas daño.
—Pandora dice que una ha de ir al horno para que el camino pueda seguir. Pensé que no te importaría no ser tú. Eres muy fuerte, inteligente y seguro que fértil. El futuro de Nova Gaia.
—Ahí te equivocas, Lilith. No puedo engendrar, no tengo ovarios. Me sacrificaré entrando en el horno si me prometes que no harás daño a Zaina.
—Está bien. Pandora acepta el sacrificio. Espero que hayas tenido buena vida. Dicen que escuece un poco. Por favor, no grites mucho, Zaina está drogada pero un sobresalto la puede despertar y si es consciente de lo que ocurre, comprenderás que tendré que matarla.

Elvia apretó los dientes y se aproximó al horno. Respiró hondo y se lanzó a las llamas, que rápidamente le envolvieron e intentaron devorarla. En aquellos breves instantes, se acordó de Tara, de su corazón de barro y de cómo había sido su vida desde entonces. A pesar del fuego intenso a mil grados, derramó una lágrima. Y, lentamente, salió de entre las llamas para sorpresa de Lilith, la agarró y la lanzó al horno. Se escucho un grito ahogado y después el silencio.

—Somos libres, Zaina. Saldremos de esta. Vámonos de este maldito Refugio.
Zaina la miró sin comprender nada y le dio la mano, encogiéndose de hombros.

En unos días todo volvería a la normalidad.

Recorrieron la nave en busca del hangar, pero el trayecto resultaba demasiado confuso. Las grandes salas se habían evaporado. En su lugar, solo encontraban pasillos vacíos e interminables que siempre derivaban en otros pasillos. Tras media hora de carreras sin sentido, oyeron una risa que venía de la megafonía y unos aplausos.

—¡¡Felicidades Elvia!! Realmente tu reputación te precede. Una lástima que de verdad creyeras que matando a la bruja, Hansel y Gretel quedaríais liberadas para siempre. La bruja nunca existió, solo era parte de mi consciencia y de mi poder. Llevo siglos buscándote, mi querida Lunia, mi querida Elvia. Desde antes de que intimaras con mi hermana, la hacedora de mundos. Los humanos me conocéis como Pandora y en todo lo que dijo Lilith había mucha parte de verdad, pero mi verdadero nombre es Zhendart, creadora y líder de los Zhendrianos. Y ahora que por fin te tengo, no te dejaré escapar.

Bienvenida seas a nuestro refugio eterno.

Y según dijo esto, Elvia sintió un chasquido en el alma y miró aterrorizada como el cuerpo de Zenia se desintegraba en sus brazos.

Después de tantos años, volvía a saborear el fracaso. Y el salvaje instinto del deseo de venganza…


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Título: El Refugio
Extensión: 1996 palabras
Objetivo principal: Escribe una historia que suceda en el espacio
Objetivo secundario A: A Hansel y Gretel
Objetivo secundario B: VIII Alienígenas
Objeto 1: Combustible
Objeto 2: Placas solares


Este relato forma parte del reto de escritura creativa #OrigiReto2020.


Las normas de este reto se pueden consultar en las bitácoras de las organizadoras, @stiby2 y @musajue:

http://plumakatty.blogspot.com/2019/12/origireto-creativo-2020-reto-juego-de.html

o en

jueves, 30 de abril de 2020

La verdadera historia (Relato de abril del #OrigiReto2020)



Aquí os dejo el relato de abril para el #OrigiReto2020, el reto de escritura que llevan Katty (@MUSAJUE) y Stiby (@Stiby2).




La verdadera historia de San Jordi y el dragón.

La cosa se había puesto fea de la hostia en el pueblo. Estábamos acostumbrados a las típicas invasiones de guerreros con sus espadas y hachas y con sus típicos incendios, decapitaciones y violaciones, en definitiva, lo que se podía esperar de este mundo. Sabíamos movernos en ese terreno: te masacraban, te invadían y un año tocaba llevar falda, al siguiente barba hasta la cintura, ser diestro con el hacha, el garrotazo o la mano abierta, ponerse parches en los ojos, lucir dientes de oro… absorbíamos la barbarie de la mejor de las maneras, siempre con la mejor de las sonrisas, si es que aún conservábamos los dientes. Sabíamos que, tarde o temprano, los invasores se marcharían, dejando unos cuantos bastardos y poco más. Éramos un pueblo rudo pero aplicado, unos auténticos profesionales en ser conquistados, en reconstruir aldeas calcinadas, mezclarnos con la tribu invasora y, en definitiva, adaptarnos al medio. De los norteños aprendimos a lanzar el hacha con efecto y a la pata coja. De los francos, que con un poco de ejercicio se puede decapitar con una espada roma y de los celtas, que un arco está muy bien para cazar venados, pero hay que tener temple cuando un tío de dos por dos viene hacia ti gritando y con la cara pintada, dispuesto a calzarte una hostia de la que salgas dos metros volando. Así vivíamos, como tenía que ser, en nuestra bélica armonía. Hasta que llegaron ellos.

Todo había cambiado con la llegada de estos nuevos invasores. Estos conquistadores eran… diferentes.  Al principio pensamos que eran simples comerciantes. Ni nos dimos cuenta de que habíamos sido invadidos hasta que fue demasiado tarde. Llegaron tranquilamente, con sus carromatos y sus barriles de vino. Parecían los típicos mercaderes, rechonchos y con la cara roja de pegarle bien al tinto, aunque eran un poco brasas. Se juntaban todas las tardes en la plaza grande de la aldea y susurraban unos cánticos raros mientras miraban para arriba y bebían y comían cachos de pan. Hablaban de un tal Señor que les había traído la luz y yo imaginaba que habían conocido al marido de la Candela, que se dedicaba a fabricar cirios de los que poníamos en las balsas cuando se nos moría algún viejo. Esa era una costumbre que habíamos adoptado hacía tiempo de los norteños aunque ya nadie recordaba bien si teníamos que  poner en la balsa un cordero, un cadáver, fruta, monedas, una antorcha y velas, así que íbamos probando para no contrariar a los dioses. Cuando teníamos un par de noches de diluvio, matábamos a un par de viejos para poder cumplir con todas las ceremonias y evitar mayores desgracias. Qué queríais que hiciéramos, no sabíamos escribir ni teníamos la Wikipedia, so listillos.

El proceso de invasión tuvo varias fases. La primera de ellas, el cebe. Había sido un año escaso de cosechas y la última horda se había llevado todo nuestro ganado y estábamos un tanto famélicos, hartos de comer sopa de caracoles, así que cuando nos ofrecían pan y bollos de canela a cambio de escucharles un rato, la tentación era demasiado fuerte. El problema es que, cuando les escuchabas, la cadencia hipnótica de sus salmos te taladraba el cerebro y, cuando menos te lo esperabas, acababas cantando el Kumbayá mientras hacías el baile del corro de la patata y acababas mirando para arriba diciendo Aleluya. Bueno, eso la mayoría, porque el Mangas y un servidor aprovechábamos sutilmente esos momentos para agenciarnos unos cuantos odres y unas pastas y huir al campo.

La segunda fase fue la creación del templo. Para entonces ya habían conseguido enredar a más de media aldea con esa absurda idea del monoteísmo (que les perdonen Odín, Júpiter, Tutatis y el dios cojo de siete ojos) y pidieron apoyo para construir un edificio para la oración. El jefe de la aldea pidió voluntarios y el monje supremo eligió a los que le parecían más idóneos para la empresa, dejando que se liberara de sus sogas al resto de voluntarios… ejem. El Mangas y un servidor, el Jordi, éramos un poco tirillas y eso nos ayudó a librarnos, aunque las marcas de las ataduras nos duraron tres días.

La tercera fase fue la de la propinilla. Los monjes llegaron a un acuerdo con el jefe de la aldea para que financiáramos sus charlas, ya que ellos ponían el vino y los cachos de pan. Un tercio de nuestro jornal a mí me parecía desmesurado, pero al parecer a los ojos del Señor nada era suficiente. Yo entendía que fabricar velas costaba lo suyo, así que todos tragábamos con la idea.

La última fase fue la de las normas. De repente, no se podía hacer nada. Lo que antes se reconocía como propio (un saqueo allí, una decapitación allá, un sacrificio de vírgenes acullá) , ahora era pescado. O algo así. Que no se podía hacer, vamos. No se podía follar con el vecino, ni robar bajo los puentes, ni matar sin permiso, ni nada. Para todo había que hablar con el Señor y yo me preguntaba qué narices habría hecho el marido de la Candela para adquirir tanto poder. Un día fui a preguntarle si me podía follar a su mujer y me soltó una hostia, cuando antes siempre había sido ella la que me la había soltado, por flojo. Las cosas no iban bien, nada bien.
Y en esas estábamos cuando llegó el día del dragón. Ese día en la aldea celebrábamos una fiesta pagana (es decir, como los dioses mandan) en la que se rendía tributo al dragón de la montaña a través de las típicas orgías, la fiesta del recorte de barbas con hacha a siete yardas, que siempre acababa con el típico graciosete que acababa decapitando a su colega por haber bebido seis o siete jarras de más y, por supuesto, la ofrenda del carnero al dragón. Para la ofrenda, el jefe de la aldea escogía a una docena de jóvenes (hombres y mujeres) para que llevaran los tres carneros que decía la leyenda que teníamos que llevar a lo alto de la colina de huesos. Cuando llegábamos a lo alto de la misma, generalmente hacíamos una barbacoa y nos poníamos hasta arriba de carne, alcohol y setas. La tradición exigía que nunca volviéramos los doce, pero entre las drogas y el alcohol tampoco teníamos que hacer nada especial, siempre había alguno o alguna que se despeñaba y pasaba a formar parte de la épica resistencia del pueblo frente al dragón. 
Cuando los monjes gordos nos quisieron quitar eso también, comenzó la resistencia.
La resistencia se componía de dos figuras principales: el Mangas y el Jordi. Cada noche nos reuníamos para trazar nuestro plan magistral para recuperar el pueblo y expulsar a los clérigos. Pero al día siguiente no nos acordábamos de nada, solo de que habíamos bebido demasiado. Una noche, en pleno entusiasmo y tras varias jarras de aguamiel, agarramos un carnero y entre mi colega y yo subimos la colina en busca del dragón. 

—Shhh, eh, dragonfff, ssal aquín ahora mifmo, dragonfff, si tienef ¡vvvvaaalor! —exclamé, dirigiéndome a una roca. 
—Nnnna, Jordi, esstá por allí, fen —dijo mi colega. 

Al poco, oí un ruido sordo y me arrastré hasta el borde de la montaña donde unos segundos antes había creído ver a mi amigo. Veinte metros más abajo, escuché los alaridos del carnero, moribundo pero intentando zafarse de los brazos inertes del Mangas.

—MMMierda, ¡hemof perdido el puto carnero!

Y me quedé frito.

Unas horas después, me levanté con un dolor de cabeza muy fuerte y empecé a darme cuenta de lo que había traído consigo la noche. Me asomé al lugar desde donde había caído mi colega y vi a tiempo cómo unos buitres terminaban de roerle. Me alegré al menos de que el dios cojo de siete ojos fuera a recibir los dos de mi amigo, eso siempre era un buen augurio. Cuando me disponía a regresar a la aldea, resignado a convertirme al religionismo, oí un fuerte ruido proveniente del interior de la colina. Me apoyé sobre la piedra para escucharlo mejor y caí hacia adelante al ver que la piedra era tan solo una ilusión. Aquella era la entrada de una enorme gruta. 

Me adentré en ella y mis fosas nasales se llenaron de un intenso olor a azufre. Aquello no presagiaba nada bueno, así que, como buen inconsciente, seguí adelante para ver qué demonios había allí y por qué gimoteaba.

Ante mí se hallaba el dragón más grande que había visto en mi vida. Vale, nunca había visto ninguno porque pensaba que eran criaturas mitológicas, pero aquello era enorme. 

Me presenté ante el dragón y me confesó que se acababa de despertar después de mil años y que tenía hambre. Le pedí disculpas en nombre de la aldea por habernos comido los carneros todo este tiempo y le ofrecí que me acompañara a la aldea, donde había un montón de hombres rechonchos que seguro que le saciarían el apetito.


—¿Y palomitas tenéis? Es decir, ¿campos de maíz?

Le conté la mala suerte con las cosechas y todas las prebendas que nos exigían los monjes y se animó a echarme una mano. Los dragones eran seres como los dioses mandan. Nobles en el respeto por la aniquilación.

Así que, mientras regresaba a la aldea, pude contemplarle extendiendo las alas y sobrevando la aldea, reduciendo el templo a cenizas y devorando todas las sotanas que se encontraba. Vale, también se comió al jefe de la aldea y a tres o cuatro primos míos, pero, oye, ¡aquello era volver a los buenos tiempos!

Cuando regresé a la aldea fui muy celebrado por los que quedaban vivos. Me nombraron nuevo jefe de la aldea y me colmaron a regalos.
La noticia se extendió como el viento y el clero volvió, vaya si volvió, pero esta vez con un ejército de caballeros dispuestos a acabar con el dragón. Al ser el jefe de la aldea y amiguete de la bestia, me dejaron hablar con el señor supremo del capirote y le ofrecí llegar a un trato con el dragón. Había dos cosas que les encantaban a ambos. Zampar y el oro. ¿Qué mejor remedio que construir la iglesia en lo alto de la colina y que el dragón recibiera y custodiara todas sus ofrendas?

El gran señor del capirote estuvo de acuerdo con mi idea y pidió audiencia con el dragón. Les dejé hablando entre ellos mientras podaba las rosas del jardín y al regreso del gran monje me miró con una sonrisa y me dijo que había llegado a un acuerdo satisfactorio para todas las partes. Construirían la iglesia en lo alto de la colina, que él había bautizado como Vaticana en memoria a una tía abuela suya que le hacía galletas, el dragón tendría más comida (infieles) y oro del que hubiera imaginado, tendrían el arma más poderosa con el que jamás se pudiera soñar (aparte del Señor, me comentó, pero yo no creía que el marido de la Candela, a pesar de dar hostias como panes, fuera tan poderoso) y a mí me harían santo.

Esto último me generó una gran satisfacción en principio, pero luego, haciendo balance mientras mi cabeza reposaba sobre la piedra y el verdugo mecía su mandoble romo, pensé que igual igual no me compensaba. Aunque ya era tarde.

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Título: La verdadera historia de San Jordi y el dragón
Extensión: 1890 palabras
Objetivo principal: Escribe una historia centrada en la religión.
Objetivo secundario A: San Jordi
Objetivo secundario B: Dragones
Objeto 1: 7- Una docena
Objeto 2: 24 Un arco


Este relato forma parte del reto de escritura creativa #OrigiReto2020.


Las normas de este reto se pueden consultar en las bitácoras de las organizadoras, @stiby2 y @musajue:

http://plumakatty.blogspot.com/2019/12/origireto-creativo-2020-reto-juego-de.html

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lunes, 27 de abril de 2020

Tercer Ranking de Caza Capítulos (capturado hasta el 26-04-2020)


Ranking



Un nuevo ranking y seguimos confinados. Parecería un buen momento para avanzar radicalmente en esto de las lecturas, pero la realidad nos está demostrando que el confinamiento es bastante duro para la mente y no es nada fácil encontrar las ganas para leer.  En cualquier caso, nos vamos adaptando como buenes humanes y ha habido avances remarcables. Muchas gracias por vuestra colaboración. Aquí os dejo la foto: 






Este mes la cosa se ha apretado bastante. 

* La primera posición y por tanto la medalla dorada de chocolate es para Marga y Evans. 
¡¡¡¡Felicidades por ello!!!

* En segunda posición también tenemos un empate, en esta ocasión entre Marien y Ericka. ¡¡¡¡Muy bien, chicas!!!!

* En tercera posición gracias a los empates anteriores, está Kalen. ¡¡Bien por mí!!

* La jefa Katty se coloca en cuarta posición gracias a un gran mes en el que además ha cumplido
años. ¡¡Felicidades!!

* Yarcko se mantiene fuerte en la quinta posición, muy cerca de las medallas.

* Stiby y Kam se hacen fuertes en la sexta posición y amenazan con subir a poco que den un empujón a los relatos, ¡ojo con ellas! Se nota que el Insolente Bingo Violeta está empujando.

* En séptima posición está Thaly, que intuyo que en cuanto actualice se va a quedar muy arriba.

* Cristin también lleva muy buen año y tiene una buena octava posición. 

* A buen ritmo va Carolina, en novena posición. 

* La décima plaza es para Gema, que seguro seguirá progresando en los meses que vienen.

* Erica es undécima muy cerca del top 10.

* Y en la duodécima plaza está Perlas, a quien le mando desde aquí toda la fuerza y buenos deseos.

Este mes seguimos con los mejores tés y chocolates virtuales. ¡Servios y hasta la próxima!

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El reto #CazaCapitulos es un reto de lectura organizado por Katty (@MUSAJUE), con la  colaboración de un servidor, (@kalen76). 

Si quieres saber más sobre el reto, puedes informarte en: 

o aquí mismo en: 

lunes, 20 de abril de 2020

Justicia ciega (microrrelato para el evento de abril del #OrigiReto2020)

Aquí está mi microrrelato para el evento de abril en honor al cumple de la jefa KATTY (@MUSAJUE) del #OrigiReto2020, el reto de escritura creativa creado por Katty y Stiby.




Justicia ciega

Subí la calle y pasé delante del ayuntamiento, camino a la parte vieja. Por fin las cosas iban mejorando. Aurelio Delgado era cosa del pasado. Ahora era Eustaquio López, un amable invidente que paseaba junto a Lex, mi perro guía. Lex me había devuelto la ilusión después del terrible accidente, y su bondad y amor incondicionales me habían transformado en una persona distinta. No estaba siendo tarea fácil, pero se lo debía al karma. La vida no es justa, pero hay que buscar el equilibrio.  
Como Aurelio, había sido un sinvergüenza, un bribón estafador que trabajaba como detective en casos de adulterio y cuyo fin era siempre aprovecharme de la ingenuidad de mis clientes. Sin embargo, el incidente con el marido de la tintorera me había dejado como secuela una ceguera permanente. Cuatro años atrás, el desgraciado había descubierto mis constantes visitas a los bajos de su señora. Consecuentemente,  decidió mezclar diversos productos y echarme en cara, no solo mi intercambio de fluidos con su mujer, sino el ácido que había preparado. Afortunadamente, me retiré antes que me destrozara el rostro, pero no pude evitar que varias gotas salpicaran mis ojos, dejándome ciego de por vida. Desde entonces, había trazado un plan para cambiar mi vida. Intenté ayudar a la gente, pero huían de Aurelio como de la peste. La vida no es justa. Así que me mudé a esta villa segoviana y cambié de identidad. Ahora era Eustaquio, un viudo y ciego que se había retirado al pueblo para sosegar alma y espíritu. Me afanaba por hacer felices a los demás, siempre con la sonrisa puesta.  
Así andaba yo, meditabundo, cuando llegué al puente de los Remedios, bajo el que se mecía, inquieto, el río Duratón. El puente siempre era un lugar de inspiración para mí. Me encantaba detenerme, girar hacia el sol e imaginar el agua turbulenta, la vegetación, los colores... Mi imaginación suplía mis carencias de vista. De pronto, escuché los sollozos de un hombre que se encontraba encaramado en lo alto del puente.

­—¿Qué hace ahí, amigo?
—No se acerque, déjeme acabar con mi vida, quiero morir. Mi vida es una mierda. Saltaré.

Me acerqué despacio hasta un par de metros del suicida y lo primero que me vino a la mente fue intentar ayudarle. Si lo conseguía, el karma estaría en paz conmigo y haría mi vida más agradable.

—Sé que tiene dudas, amigo. La vida es muy valiosa, ¿le puedo ayudar?—le dije, señalándole con mi bastón.

El hombre permaneció unos segundos en silencio. Debía de estar batallando consigo mismo. Finalmente, le oí suspirar y me indicó que sí, se dio la vuelta y aferró mi bastón. Al sentir su agarre, empujé el bastón hacia él con fuerza y lo solté. Le escuché gritar mientras caía al vacío y me alegré de haberle podido ayudar en su propósito.

Ahora bien, también debo decir, por enésima vez, que la vida no es justa. Sólo es más justa que la muerte. Eso es todo.

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Este relato forma parte del reto de escritura creativa #OrigiReto2020, en concreto del evento del cumple de Katty.
Tiene 500 palabras si contamos el título.
Las condiciones obligatorias para este evento eran las de Chery, en concreto:

1) Un protagonista con ceguera.
2) Que apareciera un puente.
3) Que apareciera un río.

 También tenía que elegir una de las mías, entre: 

1) Que se incluyan cinco palabras (valen nombres propios) que contengan las cinco vocales.
2) Que se exprese amor puro hacia alguien o algo.

3) Que se incluya alguna frase reconocible de “La Princesa Prometida”.

Y decidí usarlas todas al final. Un gallifante para quien adivine, sin googlear, la frase de "La Princesa Prometida".