Bosque...

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jueves, 21 de abril de 2011

Mi abuelo

 
Saturnino Prades
Cuando era pequeño pensaba que mi abuelo era la persona más sabia del universo. Cierto es que también pensaba que mi padre era el hombre más fuerte del mundo (y lo seguí pensando hasta que empecé a ver Eurosport) y que tenía mis dudas acerca de si existía el mundo más allá de lo que abarcaban mis ojos o se iba creando en función a mis movimientos, pero esas historias serán narradas en otra ocasión.... Le recuerdo siempre rodeado de libros y papeles, tecleando con su máquina de escribir o haciendo crucigramas imposibles, disfrutando relajado en su mecedora de la compañía de mi abuela, siempre con una sonrisa en los labios. En cada celebración, el momento más esperado era siempre la hora del postre, no por la tarta, que también, sino por los versos que nos dedicaba en cada cumpleaños, navidad o momento especial...; recuerdo alguno con especial cariño, como aquel que empezaba "Para Raúl, buen sujeto, cariñoso y chispoleto"... También recuerdo y añoro su risa de Papá Noel, ese jojojojo que llenaba cualquier sala de buenos sentimientos... A lo largo de décadas llenó sus cuadernos rojos y azules de versos... versos de enamorado, versos de amistad, espirituales, de dicha y también amargos, como en toda vida...
En los versos que hoy comparto con vosotros, expresa su mayor devoción, que no fue otra que mi abuela. Ahora ya no están, pero en sus palabras siempre seguirán unidos...
No me salen más palabras...


Tu Nombre

Carmen, quien te puso el nombre,
no te lo puso al azar;
te debió de bautizar
un ángel en forma de hombre.
Sólo un ángel pudo ver
el alma que Dios ponía
en la carne que nacía
para vida de mujer.
No te acertaría a dar
otro nombre el ángel mismo,
siendo tan grande el abismo
de tu belleza sin par.
Tu nombre es más que una flor:
te llamas Carmen, jardín;
tu cuerpo huele a jazmín
y tu espíritu a candor.
Eres un carmen florido
de rosas y de claveles,
de cuyo nectar las mieles
son mi manjar preferido.
Si acaso pierden las flores
de mi amor su exuberancia,
cobran en ti más fragancia
las flores de mis amores.
Y, aunque el jardín de tu alma
sea en verdad muy completo,
he de decirte en secreto
que el candor lleva la palma.
En ti contemplo, a la vez,
de la rosa y la fragancia,
del tulipán la elegancia,
del clavel la sencillez.
Cual azucena eres pura,
humilde, cual violeta,
cual sensitiva, discreta
y amas, cual hiedra, la altura.
Pero, Carmen más encierra:
es himno, es verso, canción, ...
Es tu nombre la expresión
de cuanto hay bello en la tierra.
¿Qué de tu nombre diría,
después de decirte de él
que CARMEN ES UN VERGEL
y CARMEN ES POESÍA?

2 comentarios:

  1. Ay, Raul...como me han hecho llorar tus preciosas palabras. El abuelo si esta. Esta en ti, mi pequeno hermano poeta. No podias haberle descrito mejor. Un abrazo muy fuerte. Yo tambien les echo de menos. Eva

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  2. Querido sobrino:
    Después de leer tu poético panegírico de mi padre, que nos ha emocionado a Cuqui y a mí, sólo me queda puntualizar que otra debilidad de tu abuelo erais los nietos, sobre todo tú y Eva, ya que tuvísteis la suerte de convivir y disfrutar mucho tiempo con ellos. Un abrazo de tu tío.

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