Bosque...

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sábado, 21 de mayo de 2011

Día de reflexión

Este es un blog de palabras, de pensamientos y de ideas, de reflexiones y de sueños, de historias... Hoy quiero dedicar este post a todas esas personas en españa y en el mundo que se están movilizando en estos días haciendo un gran esfuerzo para ser escuchadas, a pesar de las zancadillas de las administraciones y la poca vergüenza de los medios de comunicación más influyentes del país...

Nos dice la RAE que el significado de antisistema es "Contrario al sistema social o político establecidos". Ahora bien, uno de los principios fundamentales de la democracia a la que pertenecemos es la de poder expresarnos y decirle a los que tienen potestad para cambiar las cosas que hay que cambiar algo, que esto no funciona... pero... un momento, si estamos en democracia... ¿quién tiene potestad para cambiar las cosas? ¡Sí! ¡Nosotros! Podéis llamarme ingenuo, decir que nada de lo que se haga servirá para nada, que el poder siempre corromperá y que no se puede hacer de otra manera... bien, eso ya lo tenéis y esa resignación es el triunfo de los que nos controlan... los que nos indican que la única manera de bajar el paro es abaratando el despido, los que afirman sin ruborizarse que debemos jubilarnos cinco años más tarde para soportar las pensiones en un futuro pero no hacen nada para que cinco millones de personas tengan un empleo... los que permitieron que un controlador aéreo cobre el doble que un cirujano y siete u ocho veces más que un profesor...

¿Quién es el antisistema? El que se manifiesta pacíficamente reclamando que se apliquen los principios democráticos o los políticos imputados por corrupción que tienen la cara de presentarse de nuevo a las elecciones, los gobiernos que toleran el endeudamiento de entidades financieras hasta que es necesario rescatarlas con el dinero de los contribuyentes, dinero que podría haberse destinado a investigación, desarrollo, políticas de empleo, educación, sanidad...

Además, nadie se responsabiliza de las consecuencias. Nadie nos explica, por poner un ejemplo, el beneficio que hemos obtenido en doce años de moneda europea a cambio de que el coste de las cosas se multiplique muy por encima de la subida de los salarios... unos dicen que es cosa de los azules, otro que son los rojos, los más descarados culpan a los sindicatos o a los funcionarios pero nadie asume su error, al contrario, se afanan en convertir las elecciones en un símil futbolístico entre Barça y Madrid, porque estamos en la Champios de los países desarrollados, lo cual tiene mérito teniendo en cuenta que uno de cada cinco españoles no puede jugar su partido por no tener trabajo...

Tampoco entiendo por qué mi voto no vale lo mismo que el tuyo, o que el tuyo, ya estés en Zaragoza, en Barcelona, en Bilbao o en Tenerife... Bueno, realmente sí lo entiendo, entiendo que es mucho más fácil pactar con un partido cuyos intereses se hayan únicamente en una comunidad autónoma que otro que defiente intereses a nivel nacional...

Estos días siento y creo que no soy el único, un gusanillo mezcla de indignación y de satisfacción. Indignación por la respuesta de los políticos a las reuniones de la gente, por la bochornosa junta electoral, por la manipulación de algunos medios de comunicación (bendita prensa extranjera)... indignación por tantas cosas... pero también satisfacción por la reacción de la gente, por todos esos jóvenes de todas las edades, jóvenes de 18, jóvenes de 30 y de 40, jóvenes jubilados, jóvenes de espíritu y de ilusión que han ido despertando de su letargo para decir aquí estamos y esto va a cambiar... Quizá no cambie hoy, quizá mañana la llama se atenúe o quizá prenda más aún en el interior de la gente, quién sabe, pero al menos sabrán que estamos indignados y no nos callamos...

Reconozco que la sociedad española en los últimos veinticinco años se ha aburguesado en demasía, quizá porque veníamos de tantos años duros que nos dejamos llevar... Reconozco que es lamentable que se manifieste el triple de gente por la desaparición de un equipo de fútbol que por defender los derechos laborales y sociales que tanto nos ha costado adquirir. Echo de menos las manifestaciones millonarias de los años 80 y la unión social que había en esos momentos. Y ojalá este movimiento sirva para despertarnos... para que nuestros padres sientan que su batalla no fue en vano, que aquí estamos y que seguiremos luchando, por ellos, por nosotros y nuestros hijos, nuestros nietos...
Podría seguir divagando eternamente...

PD: Ufff, creo que soy un antisistema... porque no estoy en #acampadasol... espero que mis divagaciones convaliden...

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